Malvinas, para muchos padres y abuelos, ha dejado una herida que es muy difícil de cicatrizar y una asignatura pendiente que toda la sociedad les debe a los que quedaron en el sitio de batalla y también a los que regresaron. Es algo que sangra, que late con el recuerdo de tanto daño que ha causado a muchas familias, destruyendo el sueño que tenían para sus vidas y lastimando el autoestima nacional por lo que no hicimos y dejamos hacer.

Honremos y recordemos ante Dios a aquellos que han caído en el campo de batalla, que dieron sus vidas por su país, conocidos o no y cuyo recuerdo atesoramos y recordarlos por las mañanas y en la puesta del sol. Por eso en memoria de todos ellos, debemos trabajar arduamente para que Malvinas no solamente quede en los libros de historia y tomarnos el compromiso, legado y la noble herencia que nos han dejado, para reivindicar que la Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas, pero a través del diálogo y la diplomacia, ya que, si algo hemos aprendido, que no se llega a ningún fin con la guerra y se pierden muchas vidas inocentes, por las locuras y ambiciones de algunos trasnochados.

Y para todos aquellos que regresaron, héroes e inocentes de una guerra innecesaria que no fueron responsables, comprometernos a ser las manos y ayudarlos cuando necesiten levantarse, ser sus oídos si así lo quisieran para ser escuchados y el compromiso de convertirnos en la voz de su memoria.

Sepan hijos, nietos, que nos sentimos orgullosos de todos ustedes y nos sentimos agradecidos que nos acompañen a lo largo de nuestras vidas y la tranquilidad que con ustedes y de los que nos miran desde arriba, de los que dieron la vida por nuestra patria, todavía hay esperanza y futuro para el país.

Sepan ustedes que han dejado bien alto la bandera celeste y blanca. Y siéntanse orgullosos de haber dejado la semilla de Malvinas por toda la eternidad, anidada en los corazones de todos nosotros.

Las islas no tienen que estar en manos de otras personas. No les corresponde, ya que las mismas son como el piso de nuestras casas. Los que amamos y queremos a este bendito país tenemos que tenerlo entero y el pedazo que nos falta ya que son nuestras, son la Islas Malvinas.

Pasaron 40 años y el conflicto seguirá en el recuerdo y en la memoria de todos nosotros y de aquellas madres que rezaban noche a noche para poder reencontrarse con sus hijos o la de aquellos padres que cuando nadie los veía lloraban en silencio.

En homenaje a los que volvieron y a todos los que no lo hicieron, les decimos a la comunidad que ellos defendieron nuestra bandera, no siendo fácil y quedando en sus memorias los tremendos momentos vividos, por eso la sociedad en su conjunto debe tenerles respeto y reconocimiento.

Esta petición no persigue otro objetivo que perpetuar en el corazón de nuestro pueblo, toda la gratitud y el recuerdo de haber dado todo por nuestro país.

En honor a todos los excombatientes y caídos en Malvinas, procuremos seguir luchando por una Argentina mejor.