La columna de la tercera edad: "Los políticos se olvidan de los jubilados"
Por Jorge Dimuro.
Ya no me sorprende la forma en la que nos trata esta casta de políticos. ¿Dónde están los que se rasgan las vestiduras usando en cada elección a los jubilados? porque luego, cuando ocupan las bancas, parece que se olvidan de todo esto y nos llevan a tener que soportar la situación más aberrante que pueda vivir un ser humano por la falta de poder acceder a una jubilación digna que por legítimo derecho nos corresponde y no a la migaja que nos pagan, que nos lleva a sucumbir en la pobreza e indigencia.
Me cuesta comprender la animosidad con la que se castiga a un sector tan importante de la comunidad como somos nosotros.
Dejen de seguir echándole la culpa por sus ineficacias, su ineptitud, su falta de conocimiento y el no estar a la altura para cumplir con la responsabilidad de dirigir los destinos de un país. Asuman la responsabilidad e intenten tener la capacidad para poder resolverlos.
¿No les da vergüenza a ustedes, los diputados y senadores los suculentos sueldos que perciben? Compárenlo con las migajas que recibimos nosotros. Está claro que a esta casta solo le preocupa su ambición de poder y la riqueza que puedan acaparar a costa del sacrificio del pueblo. Es lamentable que tengamos que seguir soportando desde hace muchísimos años a estos parásitos en nuestras vidas que nos están exprimiendo y absorbiendo todo el esfuerzo, trabajo y sacrificio que venimos realizando para su beneficio propio.
Sepan señores que el pueblo, la gente y los jubilados nos sentimos cansados y engañados. Sabemos que los anteriores y actuales políticos son todos iguales ya que solo buscan llegar al poder para estar en el circo político y así ocupar un espacio donde obtener privilegios.
Los jubilados sentimos la humillación de la indiferencia y el fraude de las promesas. Están destrozando al pueblo, dejándolo a la buena de Dios, por eso le pedimos al Señor que ilumine a algún político, no importa su color, que sea realista y que tenga compasión ya que con el paso del tiempo nadie está exento de lo que pueda ocurrir y que debajo del mismo cielo nos encontramos todos. Rogamos que haya “Paz en la justicia y gloria en la piedad”.