Para poner en contexto, el pasado miércoles este billonario anunció que ya no aceptaría el Bitcoin como medio de pago para sus autos eléctricos Tesla. Estas simples palabras provocaron una caída del 14% en menos de dos horas. Su excusa para declarar esta medida fue esta moneda virtual utiliza una cantidad muy grande de energía y que no es buena para el medio ambiente.

 “Creemos que tiene un futuro prometedor, pero esto no puede tener un gran costo para el medio ambiente. (…)“Tesla no venderá Bitcoin y tenemos la intención de usarlo para transacciones a medida que la minería pasa a una energía más sostenible. (...) Estamos buscando otras criptomonedas que utilicen menos del 1% de la energía de transacción de bitcoins”, escribió Tesla en un comunicado. 

Días después, le asestó otro golpe vía Twitter. En este caso, Musk le respondió a un usuario que aseguraba que la empresa también se había desprendido de todas sus reservas de Bitcoin. “Los Bitcoiners se van a abofetear a sí mismos el próximo trimestre cuando descubran que Tesla se deshizo del resto de sus participaciones en Bitcoin”, escribió un usuario. “En efecto”, respondió el billonario sorprendiendo a todos y dejando que el precio de la criptomoneda caiga aún más.