Elon Musk twitteó el miércoles de esta semana que la empresa de autos eléctricos Tesla, de la cual es director general, no aceptará más Bitcoin como método de pago debido al impacto medioambiental que generaría la “minería” de esa criptomoneda.

“Estamos preocupados por el rápido incremento en el uso de energía fósil para el minado y las transacciones de bitcoin, especialmente el carbón”, explicó el millonario empresario en su red social.

Su posteo, realizado en la tarde de ayer -en Argentina- hizo que el valor del moderno sistema de pago se dispare en cuestión de minutos, lo que generó una abrupta caída del 20 por ciento.

“Las criptomonedas son una buena idea… pero no puede ser a expensas de un gran coste para el medio ambiente”.

Cabe recordar que pocos meses atrás, Elon Musk anunció que aceptaría este método de pago para sus exclusivos productos, lo que desató una ola de críticas entre ambientalistas e inversores.

Asimismo, el cofundador de Paypal y fabricante de autos eléctricos fue uno de los mayores compradores de Bitcoin, siendo 1.500 millones de dólares lo que invirtió, un precio récord en la historia de la principal criptomoneda del mercado.

Para algunos analistas, esta decisión del empresario no es más que una forma de apaciguar la tensión de sus inversores consciencia sobre el medio ambiente y el cambio climático. Mientras que, para otros, no se trata de nada más que una jugada “cínica” para “influir en el mercado de las criptomonedas”.

¿Por qué el Bitcoin preocupa a los medioambientalistas?

Para crear Bitcoins se necesitan de “mineros” que utilicen computadoras de gran potencia para competir entre ellos y resolver “puzles” o “rompecabezas” matemáticos muy complejos.

Este proceso requiere de una enorme fuente de energía, que en la mayoría de las ocasiones es abastecida por la electricidad generada de los combustibles fósiles, y en particular, del carbón.