A pocas semanas de la denominada "Masacre de Texas", donde 19 alumnos y dos maestras fueron asesinados a tiros por un adolescente de 18 años. Un nuevo caso generó indignación a las autoridades de  Estados UnidosUn nene de 12 años fue detenido luego de amenazar de muerte a sus compañeros de escuela. El menor aseguró que era víctima de bullying y por eso tenía pensado tomar represalia contra los estudiantes.

El hecho sucedió en la ciudad de Miami, Estados Unidos. Un niño que asiste a una escuela religiosa de la Arquideócesis de Florida, fue arrestado en su propia casa tras realizar distintos comentarios amenazantes en donde afirmaba que quería conseguir un arma para asesinar a quienes lo acosaban en el colegio.

Según revelaron los investigadores del caso, el viernes pasado el nene de 12 años, de quien no se reveló su identidad, estaba en la casa de su padre jugando con su Xbox y les confesó a otros jugadores en línea que tenía pensado dispararles a los niños de su salón o al menos poder golpearlos con unos "nudillos de bronce". En particular quería vengarse de una nena.

Esta amenaza del menor fue suficiente para que las autoridades locales comenzaran una investigación y posteriormente determinaron su detención. En tanto, el abogado de la familia aseguró en la corte que “esto ha sido investigado y aquí no hay nada, así que fue una sorpresa que lo arrestaran.

No obstante, los detectives del caso descubrieron que esa no era la primera amenaza que hacía el chico, sino que realizó publicaciones en las redes sociales donde mostraba cuales eran sus intenciones o incluso llegó a comentar un clip donde "un acosador", recibía un disparo. “toda la clase estaba asustada”, expresó el nene, según detalla el informe del arresto.

Además, los investigadores encontraron un particular dibujo en el casillero del chico en la escuela. Ahí detectaron una amenaza que estaba dirigida a alguien puntual. La caricatura tenía una persona con sangre en el rostro y el pecho y una frase amenazante. “Te mato yo mismo, aunque sea lo último que haga”.

Tras el arresto, el nene fue llevado al Departamento de Servicios Juveniles del Condado de Miami-Dade. El juez Scott M. Bernstein ordenó una evaluación psicológica y luego decidió poner al menor bajo arresto domiciliario con un monitor electrónico. Asimismo, el juez ordenó que el chico debe mantenerse alejado de Internet y tiene prohibido usar las redes sociales y su Xbox.

Por último, el niño enfrenta un cargo de delito grave de segundo grado de amenazas escritas para realizar un tiroteo masivo o un acto de terrorismo. “Se han hecho adaptaciones para que él asista a una nueva escuela”, sentenció el abogado en la audiencia.