En la historia criminal estadounidense existen varios asesinos seriales, que sembraron el terror en diversas épocas, y uno de los nombres más recordados es Tommy Lynn Sells, de quien se dice mató a unas 70 personas aunque sólo pudieron ser comprobadas 22 muertes.

Como toda situación que suele marcar a un criminal desde chico, Sells (nacido en 1964 en California) era hijo de una madre soltera y tras la muerte de su hermana gemela, la progenitora lo envió a vivir con una de sus tías a Missouri hasta la edad de cinco años, cuando otra vez volvió a manos de su madre.

A los 7 años, Tommy incursionó en la bebida, se escapaba del colegio, fue abusado sexualmente por un vecino del barrio (Willis Clark) y también comenzó a fumar marihuana y consumir heroína.

Seis años más tarde, Sells fue echado de su casa por querer tener relaciones sexuales con su madre, por lo que comenzó a vivir en la calle, viajar de polizón en los trenes por todo el país y sobrevivía como podía, ya sea trabajando de peluquero, mecánico o mozo.

De joven, ya tuvo un frondoso prontuario (Archivo).

En 1980 y con una vida totalmente descarriada, Sells comete su primer homicidio a los 16 años, cuando entró a una vivienda para robar y vió como un abusador le hacía sexo oral a un niño, esta situación lo remontó a su pasado y ejecutó al sujeto, situación que le produjo el placer de matar y eliminar a un abusador.

Para 1984, Sells había sido declarado culpable de robar un automóvil y recibió la pena de dos años de prisión, aunque a los meses recuperó su libertad. un año más tarde, conoció a Ena Cordt (29) y su hijo de 4 años, y tras mantener relaciones sexuales, mató a ambos con un bate y escapó de la vivienda.

Tommy Sells: década plagada de muerte

Durante la década del 80, los crímenes de Sells se potenciaron y con ellos las ciudades donde ocurrían, por ejemplo, en Freemont, mató a una joven de 20 años (Jennifer Duey) de un disparo, en Nevada estranguló a Stefanie Stroh (20), en Nueva York a Suzanne Korcz (27) y en Illinois a Keith Dardeen, a quien le disparó y mutiló el pene.

El modus operandi de Sells era el siguiente: buscaba víctimas entre las 10 carreteras más importantes y elegidas con anterioridad, utilizaba un cuchillo porque le permitía recrearse más en el sufrimiento, le mostraba la trayectoria de la herida y la forma de brotar la sangre. Además, solía degollar a la víctima para verla morir lentamente. En cuanto a las víctimas, no había un patrón definitivo, ya que hombres, mujeres o niños estaban en su lista de víctimas.

El identikit que la policía armó para detener a Sells (Archivo).

A finales de la década del 80, la policía no podía dar con el criminal y los medios aprovecharon la situación para ponerle un mote: "El asesino de costa a costa". Es que las muertes abarcaban varios estados y la policía creyó que el mismo sujeto estaba detrás de los mismos.

Uno de los libros dedicados a Tommy Sells (Imagen ilustrativa).

En 1988 mató a Ken Lauten en Arizona, violó y asesinó a Melissa Trembly en Massachusetts, y en 1989, mató a una mujer que "hacía dedo" en Roseburg. Un año más tarde fue detenido por robo de un vehículo y estuvo un año de prisión en Wyoming, allí se le hicieron diversas pericias psicológicas que arrojaron los siguientes trastornos: trastorno antisocial, trastorno bipolar, psicosis, trastorno depresivo y trastorno esquizoide, entre otros.

La casa de Sells, donde fue detenido (Archivo).

La década del 90 mostró a Sells con una continuidad de crímenes, entre los cuales se destacan las violaciones seguidas de muerte de Debbie Harris (28) y Ambria Harris (8), Mary Perez (9) y Haley McHone (13) y por disparos a Bobbie Wofford (14).

Ultimo crimen y detención

Hasta que el 31 de diciembre de 1999 se produjo el último acto criminal de Tommy Sells, cuando en la zona de Guajía Bay (Texas), Sells apuñaló 16 veces a Kaylene Harris (13) y le cortó la garganta a Krystal Surles (10). Surles sobrevivió al pedir ayuda a los vecinos y tras realizar un identikit, Sells fue detenido por la gran cantidad de crímenes que le endilgaron.

Krystal Surles sobrevivió al asesino serial (Archivo).

Durante su interrogatorio, Sells confesó haber matado a Katy e intentar hacerlo con Krystal, además en los meses posteriores, confesó haber matado hombres, mujeres y niños en diversos puntos del país.

El momento de la detención de Tommy Sells (Archivo).

Tras el juicio que se le llevó a cabo, fue condenado a la pena de muerte por la inyección letal, la cual se llevó a cabo en la Penitenciaria estatal de texas en Huntsville el 3 de abril de 2014.

Sells fue ejecutado en abril de 2014 (Archivo).

POR G.A.