Historias del crimen: ¿Quién fue Peter Sutcliffe, el "Destripador de Yorkshire"?
Uno de los asesinos seriales más feroces de la década del 70 en el Reino Unido tenía como objetivo de sus crímenes a mujeres que ejercían la prostitución. Se le contabilizó 13 muertes, más otros 7 intentos de homicidio. A pesar de esto, tuvo un inesperado final.
Una de las décadas más difíciles para el Reino Unido ha sido la de los 70, ya que estuvo sembrada por la inestabilidad económica, política, la permanencias de los hooligans en los estadios y los cruentos asesinatos a manos de sujetos desquiciados.
En ese mar de caos, violencia y muerte, una figura emergió para sembrar el terror en la nación, se trató de Peter William Sutcliffe, el denominado "Destripador de Yorkshire", quien posee la triste estadística de haber asesinado a 13 mujeres y haber agredido a otras 7, con un modus operandi salvaje: mutilación abdominal, genital y extracción de órganos.
Nacido en junio de 1946 en la ciudad de Bingley, Peter tuvo una infancia lejos de la que esperaban sus padres (John y Kathleen Sutcliffe), ya que nada le interesaba y vivía encerrado en su casa, sin amigos, compañeros y con la fe bajo su brazo.
Peter Sutcliffe: infancia difícil
Como era de esperar, dejó el colegio a los 15 años y se desempeñó en varias labores (obrero en un molino, fábrica o aprendiz de ingeniero), aunque no duraba en ninguna más de lo necesario. Sin embargo, se cruzó en su vida el oficio que lo "cambió para siempre": sepulturero en el cementerio local, una situación que lo apasionó de manera macabra, aunque también nació su gusto por los gimnasios, motocicletas y prostitutas.
A sus 20 años, Sutcliffe conoció a Sonia Szurma (hija de inmigrantes checoslovacos) de 16, con quien comenzó una relación a la cual sus padres se opusieron de entrada, pero que finalmente culminó con el casamiento en 1974. Para aquella época, Peter trabajaba como camionero y ella como profesora de un colegio, aunque tras diagnosticarle esquizofrenia, ella dejó de trabajar y estuvo en su casa.
Primeros ataques
Su profesión como camionero le permitió manejar horarios y conocer gente en el camino, situación que comenzó a acercarlo a los ataques y posteriores crímenes. En julio de 1975, atacó a Anna Rogulskyj (36) golpeando su cabeza y rajándole el vientre, y a Olive Smelt (46) a quien acuchilló sus nalgas, pero ambas se salvaron de una muerte segura.
No fue la misma suerte que corrió Wilma Cann (28), una trabajadora sexual cuyo cuerpo fue encontrado en un campo de golf de la zona con un fuerte golpe en la cabeza, producto de un martillazo, más las 15 puñaladas que la víctima poseía en el cuello, abdomen y pecho, además, de dejar parte de su semene en el cuerpo.
Peter Sutcliffe: más cuerpos en el camino
Casi tres meses después, la policía de Yorkshire halló el cuerpo de Emily Jackson (43) en una situación casi similar al primer caso pero en otra zona descampada. En 1977, Sutcliffe dejó a la policía cuatro cadáveres más: Irene Richardson (28), Patricia Atkinson (32), Jayne MacDonald (16) y Jean Jordan (20), y la conmoción se poderá de la ciudad británica, situación parecida a la que se vivió en los barrio pobres de Londres, cuando "Jack el destripador" dejaba cadáveres casa tanto.
De hecho, las prostitutas estaban pensando en dejar el oficio debido al miedo que les dejaba exponerse de manera continua a un asesino serial. Nada cambió en 1978, cuando Sutcliffe mató a Ivonne Pearson (21), Helen Rytka (18) y Vera Milward (40), de hecho, potenció el miedo que ya estaba instalado en la región.
Investigación y sospechosos
La policía británica entendió que debía atrapar al asesino serial lo más rápido posible, porque la opinión pública se le estaba volcando en contra, por lo que designó unos 150 efectivos para llevar adelante la investigación. Se llegaron a entrevistar a más de 11 mil personas, pero se fue reduciendo los sospechosos con pistas concretas.
En cuanto a su modus operandi era el siguiente: como poseía martillos, destornilladores, cuchillos y martillos, utilizaba siempre armas blancas para cometer sus ilícitos. A pesar de ser bajo de altura, era fuerte y esperaba el momento indicado para golpearlas con un martillo en la cabeza, y una vez que estaba se encontraba inconsciente, le hacía hondos cortes en el vientre o zona genital y a algunas les sacaba los órganos.
Agobiado por la muerte de su madre, la matanza de Sutcliffe bajó considerablemente y en 1979, "sólo" dos víctimas pasaron por sus manos: Josephine Whitaker (19) y Barbara Leach (20), con lo cual se activó la búsqueda del asesino nuevamente, ya que se creía que tras la intensa búsqueda policial, el criminal había huído de Inglaterra pero no fue así.
En 1980 comenzó el declive de Peter, ya que además de matar a Margarita Paredes (37) y Jacqueline Hill (20), otras mujeres fueron atacadas por Sutcliffe pero sobrevivieron y pudieron entregar datos y descripción del atacante. Esto permitió que los investigadores realicen una identikit a través de un robot, y que el "Destripador de Yorkshire" tenga una cara visible.
Ese mismo año, Sutcliffe fue detenido por la policía inglesa tras manejar ebrio, pero como nunca se cruzaron esos datos con el identikit, el asesino serial estuvo un tiempo encerrado pero recuperó su libertad rápidamente. Sin embargo, en enero de 1981 la patrulla de camino (con los agentes Robert Hides y Bob Ring) lo detuvo en un vehículo con patente falsa y con una prostituta en su interior que esta por ser ejecutada.
Cuando fue conducido a la comisaría, además de tomarle los datos de rigor, compararon su rostro con el identikit armado por el robot y el parecido fue notable. Tras ser interrogado durante varias horas por diversas contradicciones, finalmente Sutcliffe confesó ser el "Destripador de Yorkshire", de hecho, le confió al inspector John Boyle, que "matar prostitutas era una obsesión que no podía dominar, era como una droga". Además agregó que padecía esquizofrenia y que "Dios era el que le decía a quien tenía que matar".
Peter Sutcliffe: juicio y condena
En mayo de ese año comenzó el juicio contra Sutcliffe con un jurado de 12 miembros, que iban a definir la situación de este sujeto y con la tesis de que si se confirmaba que hubo paranoia, la pena iría de 30 a 10 años de prisión. Sin embargo, a finales de ese mes, esto no se pudo comprobar y el "Destripador de Yorkshire" fue condenado (por parte del juez Lesley Boreham) a cadena perpetua con un cumplimiento mínimo de 30 años de prisión, por los 13 cargos de asesinato y los 7 intentos de homicidio.
Sutcliffe fue derivado a la prisión de lata seguridad de Parkhurst, pero sólo estuvo allí cerca de un año y medio, ya que los psiquiatras confirmaron que debía asistir a un hospital para enfermos mentales, con los cual fue llevado al asilo de Broadmoor (cerca de la ciudad de Londres). Sin embargo, tras varios ataques sufridos por compañeros de pabellón tuvo que ser transferido a otra prisión en 2016, en la cual terminó falleciendo en 2020 como consecuencia de haber contraído el Coronavirus.
POR G.A.