Si hay algo que caracterizó al Reino Unido en la década de 1970 fue la violencia y muerte reinante, ya sea por la presencia de los hooligans en los estadios, estallidos sociales o la presencia de asesinos seriales.

En este caso se destaca la presencia de Patrick Mackay, quien tiene en macabro número de haber asesinado a 13 personas durante 1973 a 1975 en las ciudades de Londres y Kent, y por el cual se ganó el apodo de "El discípulo del Diablo".

Mackay nació en septiembre de 1952 en la localidad inglesa de Middlesex, en el seno de una familia compuesta por el excombatiente en la Segunda Guerra Mundial, Harold Mackay, y su mujer Marion Eloise, además de dos hijos más, Ruth y Heather.

La infancia de Patrick fue terrible, ya que fue víctima de continuas golpizas y abusos por parte de su padre, quien en estado de ebriedad, potenciaba su violencia contra toda su familia, de hecho algunos creen que su pasado en la guerra fue la causante de estas conductas.

Patrick tuvo una difícil infancia (Archivo).

Con esta situación, Patrick tuvo un mal paso por el colegio, porque mientras que era un pésimo alumno, además se dedicaba a burlarse de sus compañeros y escapar de clase para vagar por la escuela. A sus 10 años, Patrick sufrió la muerte de su padre casi de forma instantánea, algo que supuso podría ser una calma para la violencia que sufría a diario, pero no fue así.

Esto se debe a que el pequeño Patrick dedicaba sus tiempos libres para torturar gatos y conejos, clavar alfileres en los ojos de sus muñecos, cometer hurtos e incluso intentó incendiar una iglesia, hecho por el cual fue condenado a realizar ciertas tareas y asistir a lugar para tratar su trastorno de comportamiento.

Mucho se ha escrito sobre Patrick Mackay.

A los 13 años y tras golpear a su familia y destruir los muebles de su casa, fue internado en un psiquiátrico, pero su conducta no cambió, de hecho, el doctor Leonard Carr le hizo una evaluación en aquel momento y lo diagnóstico como un "asesino psicopático frío", pero como suele suceder fue dado de alta.

Años más tarde y con el agregado de alcohol y drogas, Patrick se volvió en un individuo más agresivo e intentó estrangular a sus tías, sin resultado fatal. 

Patrick Mackay: primera muerte

En 1968, Mackay fue internado en el Hospital Moos Side la ciudad de Liverpool, en una época que el joven adquirió una admiración por el nazismo, decorando su habitación con objetos del Tercer Reich, confeccionado un uniforme de las temibles SS y creyendo ser un dictador parecido a Adolf Hitler.

Los crímenes tuvieron lugar en la década de 1970 (Archivo).

A finales de 1972, el joven de 20 años se instaló en la capital inglesa, en la cual se mudó a un grupo de amigos con los cuales compartía alcohol y drogas. Un año más tarde, esa vida lo llevó a cometer asesinatos y su primera víctima: Isabella Griffiths (87) era una viuda que vivía en la zona de Chelsea, y que una tarde recibió la visita de este sujeto, que comenzó a estrangular y al quedar inconsciente, terminó apuñalándola.

Un sacerdote fue muerto a manos del asesino (Archivo).

Días más tarde, Mackay se acercó hasta la zona de Knightsbridge donde Adele Price (89) terminó de la misma forma que la primera víctima. Cuando toda parecía que las muertes iban a cesar, ocurrió todo lo contrario, ya que el criminal conoció en la ciudad de Kent al sacerdote Anthony Crean (63) con quien trabó una amistad, pero sus amigos lo hostigaban a menudo, mofándose de que esa amistad era algo más que eso, situación que enojó a Mackay, quien volvió al domicilio del padre Crean y lo mató a hachazos, aunque el asesino se quedó a presenciar la muerte lenta del sacerdote.

Uno de los libros que se escribieron sobre él.

Cabe destacar, que en este tiempo, Mackay confesaría más tarde que asesinó a un vagabundo en cercanías del Río Támesis y arrojaría el cuerpo a las aguas frías.

Estas son las víctimas de Patrick Mackay (Archivo).

En tanto, la policía inglesa ya sospechaba del accionar de Mackay desde hacía tiempo, ya que era señalado por haber cometido varios crímenes durante los años anteriores (en su mayoría ancianas apuñaladas o estranguladas) durante robos.

Detención y juzgado

Es por eso que el sujeto logró ser detenido por los agentes del orden, y al momento de ser interrogado, Patrick Mackay no solo asumió la concreción de la muerte del sacerdote Crean y las dos ancianas anteriores, sino que agregó varias víctimas a su lista: el crimen de Heidi Mnilk (18) a quien apuñaló y tiró de un tren en movimiento, Mary Hynes (79) golpeada en su casa de Kentish Town, Stephanie Britton y Cristhoper Martin e Ivy Davies en un café de WestCliff-on-Sea.

El criminal aceptó todos sus crímenes (Archivo).

A pesar de sus dichos, Mackay fue enjuiciado por cinco asesinatos, de los cuales, dos fueron subestimados y solo se lo sentenció por los otros tres, y por los cuales, en noviembre de 1975, fue declarado culpable de homicidio involuntario, por motivo de disminución de responsabilidad y su condena fue a cadena perpetua.

Los diarios de aquella época (Archivo).

Hasta los primeros años del siglo XXI, el asesino serial pasó su condena en una prisión de categoría A de máxima seguridad y luego pasó a una cárcel abierta. En 2017 decidió cambiar su nombre por el de David Groves y dos años más tarde, la justicia consideró la liberación de este sujeto, pero esa audiencia quedó pospuesta.

La justicia sigue negándole la libertad (Archivo).

Finalmente, en mayo de 2021, la Junta de Libertad Condicional rechazó su solicitud porque "no estaba apto" para ser liberado, con lo cual "El Discípulo del Diablo" seguirá pagando sus muertes en el infierno de la cárcel.

POR G.A.