Hace 27 años está preso, se salvó de cinco condenas a muerte y asegura que es inocente: "Nunca debí estar aquí"
El hombre fue sentenciado en 1995 por el asesinato de tres personas y desde entonces permanece en el "pasillo de la muerte". Sin embargo, una prueba de ADN podría llegar a demostrar su inocencia. "Soy optimista", aseguró.
Un increíble caso se conoció en las últimas horas. Un hombre que permanece detenido hace 27 años en el pasillo de la muerte y se salvó de ser ejecutado cinco veces, podría recibir ser liberado. El preso asegura que no pierde las esperanzas y una prueba puede ser la clave para demostrar que era inocente de los crímenes que se lo acusó.
El protagonista de este suceso es Hank Skinner. Este hombre esta encarcelado desde 1995 en la prisión Allan B. Polunsky de Livingston, un pueblo que está a unos 130 km de Houston, Texas, en Estados Unidos.
Este preso, que acaba de cumplir 60 años, fue sentenciado a muerte en los años 90 por el asesinato de su novia y de sus dos hijos adultos. Es por eso que pasó casi la mita de su vida encerrado en el "pasillo de la muerte", una sección de la cárcel donde permanecen detenidos los condenados a muerte.
Sin embargo, Skinner afirmó que nunca debió estar preso e incluso reconoce que no pierde las esperanzas de salir algún día. "Soy optimista de no terminar aquí. Nunca debí estar aquí para empezar. Ha sido un largo camino", aseguró el recluso en una entrevista con AFP.
Skinner siempre ha mantenido que es inocente. El hombre no negó que estuvo presente en la casa donde las murieron las tres víctimas, pero asegura que él se desmayó producto de una combinación de drogas y licor. A pesar de que la policía lo halló con sangre en su ropa, él siempre insistió que con una prueba de ADN podría probarse su inocencia.
La ejecución de Skinner se programó en cinco ocasiones en los útlimos años. En marzo de 2010, la Suprema Corte de Estados Unidos lo indultó 23 minutos antes de la hora del horario en el que tenía programado recibir la inyección letal, justo después de su "última cena".
El hombre expresó que ver a compañeros de prisión morir es más difícil que estar encerrado en una pequeña celda 22 o 23 horas al día, sin televisión o contacto físico con nadie, excepto cuando los guardas.
"Hay personas aquí que están mentalmente perturbadas. Se golpean contra las paredes, patean las puertas, gritan a todo pulmón. Es cacofonía todo el tiempo. Pero aprendes a desintonizarte de eso", señaló Skinner.
Se enteró que evaluarán su caso
Hace poco tiempo su abogado le dio una buena noticia. La Corte de Apelaciones de Texas evaluará si el jurado que sentenció a Skinner habría tomado una decisión diferente de contar con acceso a pruebas de ADN, hoy disponibles.
"Colgué el teléfono y me desvanecí. No fui consciente pero tenía lágrimas en ambos ojos. Sentí como si alguien me hubiera quitado una tonelada de peso del pecho. Me sentí tan ligero. Pensé que saldría flotando", recuerdo el detenido, que comparte lo que aprendió trabajando en una firma de abogados antes de su detención con sus compañeros de prisión.
"Ayudo a cualquiera con sus apelaciones, excepto a violadores de bebés y a quienes mataron o mutilaron niños. Eso no puedo hacerlo. Tengo una reputación. He logrado que 11 personas salgan de aquí. Eso es mejor que lo que cualquier abogado de sentenciados a muerte pueda decir", reconoció.
En 2008, Skinner se casó Sandrine Ageorges, una activista francesa que lucha contra la pena de muerte. Esta mujer también está convencida de que él preso fue víctima de un error de procedimiento en la justicia. "Si es liberado, buscaremos una casita en el bosque donde podamos pasar tiempo juntos", sostuvo su esposa.
Por su parte, 127 presos fueron ejecutados desde 2010 en Texas. es el estado del país norteamericano donde más se castiga con la pena de muerte. Actualmente hay 197 condenados a muerte. En 2020 y 2021, 6 fueron ejecutados pero 11 fueron sacados de la lista tras revisarse sus sentencias.
Por último, si la corte le da la razón a Skinner, continuará detenido, pero podrá apelar en un intento por probar su inocencia. Además, afirmó que si recibe su liberación tiene en mente otro proyecto: "Voy a acabar con la pena de muerte en el mundo. Creo que si la gente supiera cómo es esto realmente, nunca la votarían. Siempre he creído eso", sentenció.