Falla geológica y mala calidad en construcciones, causas de enormes pérdidas humanas tras sismos en Turquía
En entrevista con Xinhua, el especialista del Departamento de Sismología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mencionó que la falla norte de Anatolia ha sido la más activa en las últimas décadas.
"La falla de la que hablamos es la de corrimiento de rumbo, es decir, que el movimiento de las placas tectónicas es de manera horizontal", abundó el especialista.
Este tipo de fractura, comentó Valenzuela, es la misma que hay en California (EE. UU.), la famosa falla de San Andrés, en la cual el movimiento general es paralelo al rumbo de la superficie de falla y los bloques se desplazan lateralmente uno respecto al otro.
Turquía, continuó el académico, es una de las zonas sismológicas más complejas y activas del mundo pues el país se encuentra ubicado sobre una sola placa tectónica; sin embargo, colinda con otras placas de alrededor como la Euroasiática y la Africana.
"Las placas están en movimiento todo el tiempo y, cuando estas rozan y se empujan unas con otras, entonces surgen los temblores", refirió.
En lo que se refiere a las réplicas, el experto dijo que estos movimientos van a estar ocurriendo constantemente y pueden ser tan destructivos o dañinos como el primero, dependiendo de su magnitud.
"Estas réplicas, sin duda, van a continuar durante los siguientes meses y es posible que haya edificios que han sido dañados por el terremoto principal y que con estos movimientos pueden colapsar", advirtió.
Otro factor que tiene que ver con esta devastación es la magnitud del sismo pues llegó con tal fuerza que fue capaz de arribar a Siria.
"El sismo principal cubrió el territorio turco y llegó a Siria porque la frontera se encuentra suficientemente cerca de Turquía. La fuerza de la sacudida fue muy fuerte y, como bien sabemos, los sismos no respetan fronteras", refirió.
Según el egresado del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad de Washington, la causa más considerable de esta catástrofe es la deficiente calidad de la construcción de los edificios en ambas naciones.
"Al igual que en México, en Turquía existen reglamentos de construcción; sin embargo, esto no implica que el reglamento se cumpla y que existan las condiciones sociales y económicas para hacer edificaciones seguras", sostuvo.
En estos casos, continuó el especialista, lo importante es la prevención, es decir, lograr construir edificios en Turquía que puedan resistir pues esta no es la primera vez que el país sufre movimientos bruscos de tierra como el que tuvo lugar en Izmit en 1999, de magnitud 7,4, en el que murieron más de 17.000 personas.
"Turquía es un país que tiene una cultura ancestral de miles de años y, sí se revisan los registros históricos, encontramos descripciones de sismos que los han afectado de manera constante, por lo que no se descarta que se sigan presentando", agregó el investigador de la máxima casa de estudios de México.
Los recientes sismos han dejado más de 23.000 muertos, hasta el momento; sin embargo, no se descarta que en los próximos días se eleve el número de fallecimientos.
Fuente Xinhua