Al menos nueve personas murieron y más de 2.800 resultaron heridas este martes tras una explosión masiva de pagers que estaban en manos de miembros de Hezbollah. Estos dispositivos de comunicación, también conocidos como beepers o pagers, se utilizan para recibir mensajes cortos o alertas, pero en esta ocasión se convirtieron en armas mortales.

El ataque desató una investigación sobre cómo pudo haberse realizado. Las primeras hipótesis sugieren que el sistema de comunicación de Hezbollah fue hackeado, sobrecargando las baterías de los dispositivos o introduciendo un virus que provocó su colapso.

"La magnitud del ataque sugiere una planificación minuciosa", explicó un oficial de seguridad libanés bajo condición de anonimato. Según los expertos, aunque los pagers no están conectados a internet, dependen de servidores para funcionar. Si un atacante consigue acceso a esos servidores, es posible enviar comandos que provoquen fallas catastróficas, como una sobrecarga de energía.

Otra posible causa de la explosión podría haber sido un virus implantado en la red de pagers de Hezbollah. Este malware podría haberse mantenido inactivo hasta que fue activado a distancia o mediante un temporizador programado, lo que explica que las detonaciones ocurrieran casi simultáneamente en diferentes ubicaciones.

En las imágenes de video captadas en el momento del ataque, se observan los dispositivos recibiendo lo que parecía ser un mensaje justo antes de que explotaran. "Es probable que esa señal haya servido como detonador," comentó un especialista en ciberseguridad.

Algunas teorías apuntan a que las fuerzas israelíes o algún otro actor hostil hackearon los sistemas de comunicación de Hezbollah, causando una sobrecarga térmica en las baterías de los pagers. “Los dispositivos de comunicación de Hezbollah utilizan software anticuado y canales no cifrados, lo que los convierte en blancos fáciles”, afirmó un analista militar.

Otra línea de investigación plantea la posibilidad de que los pagers fueran interceptados antes de llegar a las manos de los miembros de Hezbollah, y se les haya instalado un pequeño explosivo controlado a distancia. De confirmarse, este sería uno de los ciberataques más sofisticados contra el grupo libanés.