Desde que el régimen talibán retomó el poder en Afganistán el pasado 30 de agosto, entre los miles de ciudadanos perjudicados hay un grupo que se destaca por la hostilidad que este nuevo “gobierno” muestra para con él: las mujeres.

Tal es así, que ya se han visto numerosas movilizaciones y marchas. Para muestra un botón, una nueva protesta se realizó este lunes en la ciudad de Mazar-e-Sharif, la cuarta más grande del país. ¿Qué reclamaron? Poder ejercer sus derechos adquiridos durante los últimos 20 años, cuando Estados Unidos tenía la situación bajo control y a este grupo islámico lejos del poder.

Entre las varias frases que lucían los carteles, se destacó "la sociedad de un solo sexo apesta".

La elección del lugar está lejos de ser una casualidad, puesto que dicha ciudad fue la primera en elegir a una mujer como jefa de distrito. Estamos hablando de Friba Ahmadi, hoy de 36 años y con título universitario bajo el brazo. Este reclamo se sumó a los muchos otros que se fueron viendo en los últimos días en distintos puntos del territorio, como por ejemplo, Kabul. Frases como "la sociedad de un solo sexo apesta", se leyeron en las pancartas exhibidas.

Si bien los talibanes prometieron ser más flexibles que en su anterior mandato (1996-2001) también dejaron en claro que continuarán basando muchas de sus decisiones en la “Sharia, o ley islámica, la cual tiene en su interior una serie de códigos de convivencia para las mujeres bastante restrictivo.

Una periodista de CNN dejó en claro a través de su vestimenta el cambio de gobierno.

Para evitar que esto ocurra, o por lo menos intentar hacerlo, las presidentas y primeras ministras de Noruega, Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Georgia, Islandia, Eslovaquia, Grecia, Estonia, Lituania y Moldavia, instaron al nuevo gobierno a respetar los derechos adquiridos por las mujeres y niñas durante la ocupación norteamericana.

Para ejemplificar mejor y más de cerca qué es lo que realmente significa ser mujer bajo este régimen, CNN habló con una de ellas para que le cuente su experiencia al mundo.

La " Ley Sharía" que marca el comportamiento de los talibanes, es muy hostil para con las mujeres.


"Todo el mundo tiene miedo de la posibilidad de que los talibanes las detengan fuera o pongan sus vidas en algún tipo de peligro", comentó esta señora, cuya identidad no fue revelada para proteger su integridad física. Además, añadió que las promesas de respeto de los talibanes no le parecen para nada convincentes. "La cuestión es que nadie se fía de nada que salga de la boca de los talibanes", indicó.

Otra mujer, pero de la ciudad Kunduz, aseguró que la gente está muy estresada también por conseguir los bienes de primera necesidad, como agua y comida. En adición, relató una prueba cabal de que a la palabra talibán hay que agarrarla con pinzas.

"El otro día, una de nuestras profesoras volvió a la escuela y se subió a un rickshaw para llegar allí. En Kunduz, es muy común viajar en rickshaw. Sin embargo, los talibanes los detuvieron y golpearon al conductor por transportarla sin un acompañante masculino. Esto es lo que estamos tratando actualmente", comentó