La noticia que impactó a todos en septiembre del año pasado, volvió a estar en boca de muchos luego de que hace pocos días, Morgan Hellquist volvió a compartir su dura historia en el programa "Good Morning America".

Hace algunos meses, se hizo pública la historia de Morgan, en donde contó que descubrió que su ginecólogo, con quien se atendió toda la vida, era su padre biológico. La demanda judicial que inició la mujer de 35 años, afirma que el ginecólogo Morris Wortman siempre supo que era su padre biológico. Mientras compartía entre lagrimas su historia, la joven señaló: “Él supo todo el tiempo quién era y yo no", y agregó: "Él me quitó esa opción".

Wortman no solo está demandado por actuar regularmente como su médico, mientras supuestamente sabía que él era su padre, sino que además, según la demanda judicial que presentó Morgan, el médico cambió su propio esperma por el de un donante cuando le hizo una inseminación artificial a su madre en 1985.

El testimonio de la mujer dio paso a una increíble historia de vida.

En sus recientes declaraciones, se pudo ver a la joven completamente conmovida al hablar de lo difícil que fue la situación para su madre: "Mi mamá se siente tan violada, alcanzó a decir entre lagrimas, y agregó: "Ella me dijo: ‘Siento que me violó’, mi madre siente que todo es su culpa”. 

Tanto la madre de Morgan como su esposo Gary, buscaron en aquel entonces la ayuda de Wortman, quien los estafó al cambiar su propio esperma por el de un donante, cuando le hizo una inseminación artificial a Levey. 

La insólita historia no terminó aca, ya que los padres de Morgan Hellquist no fueron los únicos a los que el ginecólogo de 70 años estafó. Fue David Berry el responsable de que todo esto salga a la luz, ya que fue quien descubrió que tenía medio hermanos, y decidió contactarlos.

Tanto Morgan como David, describieron en el programa "Good Morning America" cómo fue su reacción al que eran medio hermanos debido a un presunto fraude de fertibilidad. En dicha entrevista, contaron que ambos crecieron en Rochester, Nueva York, lo cual significa que fueron prácticamente vecinos toda su vida, sin siquiera saber que eran familia.

"Simplemente no podía entender. Fue la experiencia más loca que he tenido" contó Hellquist sobre su primera reacción. En cuanto al encuentro con el resto de sus medio hermanos, la joven señaló: "Éramos cinco y todos teníamos la misma edad, luego 6, y luego 7. Ahí comenzó a sentirse como: 'bueno, si hay siete, podría haber veinte, y si hay veinte, podría haber cien", dijo Helquist, y agregó: "Ahí empecé a sentirme aterrorizada".