La llegada de las redes sociales facilitó la comunicación en prácticamente todos los sentidos. Uno de los sectores más beneficiados fue el de los servicios, ya que ahora los posibles clientes pueden contactarse de una forma mucho más sencilla y ágil con los vendedores.

Sin embargo, si bien ahora todo es más rápido, también puede dar lugar para algún que otro desliz. Esto es precisamente lo que ocurrió por WhatsApp y se hizo viral en Twitter.

Resulta que una persona estaba buscando contratar un servicio de pelotero, posiblemente para alguna fiesta infantil u otro evento del estilo. Luego de analizar entre posibles oferentes o de hacerle caso a una referencia, contactó a una señora para averiguar el precio. Aquí es donde llegó la pifia.

“Hola señora. Consulta, ¿cuánto está para alquilar un pelotudo?”, escribió esta persona, sin darse cuenta de su error de tipeo. “Pelotero, disculpa”, rectificó. Lejos de tomárselo a mal, la señora contestó con un chascarrillo: “A mi marido no lo alquilo”.

La conversación que se hizo viral en Twitter

Como es habitual en la era de la tecnología, eventualmente la captura de pantalla fue subido a Twitter, donde los usuarios lo recibieron con los brazos abiertos. Para muestra un botón, alcanzó los 40 mil “me gusta”, 1.336 retuits y 139 comentarios.

Precisamente, entre estos últimos se destacaron los siguientes: “No le den ideas a Suar”; “para que quiero enemigos si tengo una mujer así al lado”; “lo re beboteaste diciendo que tu marido es un boludo”; “a mi marido no lo alquilo, una genialidad”; “esto es una genialidad” y “ojo que ese puede ser un negocio más que rentable”.

¿Cuál es el origen del pelotero?

La paternidad de la primera versión sigue siendo disputada entre los Estados Unidos y el Reino Unido. A pesar de este tira y afloje, hay cierto consenso en que su creador fue John Scurlock. Este ingeniero, que llegó a trabajar en la NASA, trajo al mundo esta popular invención en 1958

Según el sitio Bounce US, el invento de Scurlock llegó por casualidad, ya que “él estaba experimentando con cubiertas inflables para canchas de tenis cuando notó que a sus empleados les gustaba saltar sobre las cubiertas”.

“Su esposa, Frances, inició la primera empresa de alquiler de inflables en 1968 y en 1976 construyeron una instalación personalizada para la producción y alquiler de los productos. Comercializaron los paseos espaciales para eventos infantiles como fiestas de cumpleaños, ferias escolares y días de campo de la empresa. Estos inflables originales no tenían el recinto de los inflables actuales, lo que creaba un peligro para la seguridad”, agregaron.

Una vez establecido el negocio, su hijo, Frank, se encargó de expandirlo por todos los Estados Unidos.