Bizcochuelo salado: una nueva versión de un clásico de las meriendas
Esta receta es perfecta para el teem salado, dado que entremezcla la esponjosa consistencia de una típica torta con todo el sabor del queso fresco y especies que le dan un toque diferente.
¿No sabes con qué acompañar los mates y tenés poco tiempo para cocinar? Este bizcochuelo salado es una excelente opción para una merienda rápida y sabrosa, ya que no requiere de muchos ingredientes y se puede elegir el acompañamiento que más guste o tengas en la alacena de casa.
Además, esta preparación es perfecta para sorprender a tus invitados o seres queridos y, lo mejor de todo, es que sus pasos a seguir son muy sencillos, por lo que no se requiere de grandes conocimientos técnicos o gastronómicos para que esta “torta” quede bien esponjosa.
Los ingredientes que necesitas para este sabroso bizcochuelo salado
- 1/2 kilo de harina leudante.
- 1 taza leche.
- 3 huevos.
- Sal a gusto
- Queso fresco tipo cremoso o el que tengas en casa.
- 1 pocillo de a aceite.
- Especies secas (orégano, perejil, pimentón o lo que uses con regularidad para las recetas saladas).
Bizcochuelo salado con pasos sencillos y conocidos:
1- En un recipiente amplio, agregamos los 3 huevos junto con el pocillito de aceite de girasol o mezcla (unos 100 mililitros aproximadamente) y la taza de leche que debe estar a una temperatura tibia. Mezclamos e integramos muy bien todos estos ingredientes.
2- Colocamos una pizca de sal fina (a gusto), condimentamos con las especies secas que se prefieran y revolvemos. Hay que tener en cuenta que, dado que la preparación lleva queso, se recomienda usar las que tengan sabor poco invasivo como puede ser el orégano, el ají molido o perejil.
3- Cuando tengamos una única “pasta”, agregamos la harina leudante que debe estar previamente tamizada para que no queden grumos ni aire que impida la humedad natural. Mezclamos hasta que este producto quede completamente integrado y liso.
4- Cortamos cubitos de queso cremoso (también podemos usar mozzarella o tipo por salud en caso de que estemos cuidando la alimentación), sumamos a la base de bizcochuelo que realizamos en los pasos anteriores y hacemos movimientos envolventes para que el lácteo quede distribuido en toda la preparación.
5- Tomamos un molde o recipiente apto para horno, lo pintamos con una fina capa de manteca o aceite y enharinamos para evitar que se pegue nuestro bizcochuelo. Colocamos la mezcla terminada y podemos unos cubitos o ralladura de queso para que adquiera un toque crocante.
6- Llevamos a un horno precalentado a unos 180° durante unos. La cocción estimada es de 30 a 40 minutos, pero hay que tener en cuenta que si se doró rápido y al pinchar sale limpio, ya está listo. Cuando se adquiera dicha consistencia, sacamos de la cocina y dejamos enfriar por un momento.
7- Si le queremos dar un toque especial, como si fuera un bizcochuelo dulce, decoramos con unos “rulos” o “finos hilos” de queso crema, el cual aporta una frescura espectacular. No debemos olvidarnos de acompañarlo con una rica infusión o jugo natural.