El gigante de streaming Netflix estrenó en su plataforma el documental "Desaparecida: El caso Lucie Blackman", donde narran y repasan el misterioso caso policial de una joven británica que desapareció Japón y desencadenó una investigación internacional y una incansable búsqueda de justicia por parte de su familia.

Se trata de un nuevo "true crime", o basado en un crimen real, que  Netflix pone a disposición en su extenso catálogo para los amantes de los policiales. A lo largo de la producción, que dura casi una hora y media, muestra los detalles de la vida de la muchacha de 21 años recién llegada a Japón.

 Lucie Blackman desapareció en 2001 y   <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Netflix'>Netflix</a> estrenó un documental dramático sobre el caso que sacudió a Japón.
Lucie Blackman desapareció en 2001 y Netflix estrenó un documental dramático sobre el caso que sacudió a Japón.

Además, la "docuserie" tiene como principal atractivo testimonios y evidencias sin precedentes, con la presencia de los investigadores japoneses originales que trabajaron en el caso de Lucie. 

En este sentido, el film retrata las experiencias de los detectives en tiempo real a medida que descubren gradualmente que el caso era el peor crimen sexual en la historia de Japón.

Cabe mencionar que la producción se basa parcialmente en el libro de no ficción “The Detectives’ Elegy: Tokyo Metropolitan Police Department Criminal Investigation Division”.

"La joven británica Lucie Blackman, de 21 años, desaparece en Tokio y desencadena una investigación internacional y una incansable búsqueda de justicia", anticipa la sinopsis oficial de Netflix sobre la película que dirige Hyōe Yamamoto y fue guionada por Shoji Takao.

 

Sobre la víctima podemos anticipar que era una ex azafata británica que se fue a vivir a Japón en el 2000, pero al poco tiempo fue reportada como desaparecida del departamento de Tokio donde residía.

Por ello, la policía japonesa se comunicó con su padre, Tim Blackman, quien fue hasta el país asiático con su otra hija para encontrar a la joven y dándole a una amplia repercusión a la investigación mediante los medios ingleses. 

Desaparecida el 1 de julio, la británica se había esfumado en medio de una ciudad en la que vivían 27 millones de personas y con la llegada del padre a Tokio, pudo transformar un caso aparentemente aislado en un hecho internacional. Incluso logró que la policía de la ciudad destinara a 100 agentes a investigar el caso.

La hermana de Lucie Blackman nunca cesó en su lucha por justicia (Gentileza: AFP).
La hermana de Lucie Blackman nunca cesó en su lucha por justicia (Gentileza: AFP).

Como bien muestra el documental, el caso destapó una vida desconocida de fiestas nocturnas y mucho dinero, en medio de una ciudad tradicional, pero adonde chicas de todo el mundo acudían a trabajar en clubes nocturnos.

Si bien la investigación al principio no avanzaba mucho, más tarde empiezan a encontrar pistas sobre las llamadas "anfitrionas", es decir, un tipo de "geisha" específica de la vida nocturna japonesa que no necesariamente involucra cuestiones sexuales.

Recién el 9 de febrero de 2001, la Policía encontró el cuerpo de Lucie Blackman muy cerca de la propiedad de un heredero millonario dedicado al rubro inmobiliario. Además, el sujeto era sospechoso del crimen de otra joven extranjera, llamada Carlita Ridgway.

La joven británica había sido desmembrada y enterrada en una tumba poco profunda debajo de una bañera en una cueva junto al mar en Miura, Kanagawa, al sur de Tokio.