Los científicos del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) consideran que las nuevas coladas del volcán de La Palma, España, no variarán su curso y no afectarán a la ciudad de La Laguna, ahora amenazada.

"El dedo que se ha separado de la colada más al norte (​​​...) parece que puede ser la tendencia a ir pegada por la cara norte de esta montaña de La Laguna, que sería lo ideal, y que no discurra más al noroeste y afecte al término de La Laguna", vaticinó en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Rubén Fernández.

Posteriormente, añadió este portavoz, estas coladas desembocarían en el mar, lo que en principio causaría una nueva fajana o delta lávico; aunque aún se mostró cauto a la hora de asegurarlo ya que aún están a un kilómetro de la costa y "dependerá de la orografía y de su dirección final, ya que no llevan una dinámica normal de un fluido", declaró Fernández.

Respecto a las consecuencias del desbordamiento del cono principal del volcán de la isla del archipiélago español de las Canarias, registrado al final de la jornada del jueves hora española, y que motivó que los ríos de lava adquirieran una velocidad de 250 metros por hora, en las últimas horas se redujo a los 20 metros por hora, según informó el director del Pevolca

Rubén Fernández añadió que "existe una probabilidad alta de que se produzcan sismos por encima de 4,5" en referencia a la magnitud de los temblores.

Anteriormente, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, explicó que en la mañana de este viernes se produjo el más importante de los temblores de las últimas horas, de magnitud 4,5 a 36 kilómetros de profundidad y dijo que es posible que continúen en las próximas horas.

La superficie afectada por la lava, informaron en rueda de prensa, es de 696 hectáreas y los edificios destruidos son 1.548 y otros 86 estarían en peligro o parcialmente afectados, según los datos del satélite Copernicus, aunque el responsable del Pevolca matizó que son datos sin actualizar desde el jueves.

También estimó los evacuados por los efectos de la lava en 7.000 a fecha de este viernes.

Además, está previsto que se complique la calidad del aire, como consecuencia de la llegada de una corriente de viento del Sáhara con polvo en suspensión que se unirá a las cenizas que emite el volcán, algo que se daría además en un contexto de bajada de la presión atmosférica, según detalló la directora del IGN.

María José Blanco se mostró cauta a la hora de estimar que esta circunstancia afecte a la operatividad del aeropuerto de la isla de La Palma, dado que los vientos serán débiles en las próximas horas.

Fuente: Sputnik