Es sabida la presencia de los automóviles eléctricos en muchas ciudades del mundo, pero uno de los problemas que enfrentan las unidades era el largo tiempo para cargarlas a una posta, sin embargo, un grupo de científicos logró reducir ese tiempo a 10 minutos.

“La necesidad de baterías más pequeñas y de carga más rápida es mayor que nunca”, dijo Chao-Yang Wang, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Penn State y autor del estudio. “Simplemente, no hay suficientes baterías y materias primas críticas para satisfacer la demanda anticipada”.

Si las ventas de automóviles nuevos van a cambiar a vehículos eléctricos que funcionan con baterías, deberán superar dos inconvenientes principales: son lentos para recargarse y grandes para ser eficientes y asequibles. En lugar de tardar un minuto en la bomba de gasolina, dependiendo de la batería, algunos pueden tardar todo el día en recargarse.

“Nuestra tecnología de carga rápida funciona para la mayoría de las baterías de alta densidad energética y abrirá una nueva posibilidad de reducir el tamaño de las baterías de los vehículos eléctricos de 150 a 50 kWh sin que los conductores sientan ansiedad por la autonomía”, dijo Wang, cuyo laboratorio se asoció con la “start-up” EC Power.

“Las baterías más pequeñas y de carga más rápida reducirán drásticamente el costo de la batería y el uso de materias primas críticas como el cobalto, el grafito y el litio, lo que permitirá la adopción masiva de automóviles eléctricos, asequibles”, agregó.

La tecnología se basa en la modulación térmica interna, un método activo de control de temperatura para exigir el mejor rendimiento posible de la batería. Las baterías funcionan de manera más eficiente cuando están calientes, pero no demasiado, por lo que mantener las baterías constantemente a la temperatura correcta ha sido un gran desafío para los ingenieros de baterías.

Siempre se basaron en sistemas de calefacción y refrigeración externos y voluminosos para regular la temperatura de la batería, que responden lentamente y desperdician mucha energía.

En tanto, Wang y su equipo decidieron, en cambio, regular la temperatura desde el interior de la batería. Los investigadores desarrollaron una nueva estructura de batería que agrega una lámina de níquel ultrafina como cuarto componente, además del ánodo, el electrolito y el cátodo. Actuando como un estímulo, la lámina de níquel autorregula la temperatura y la reactividad de la batería, lo que permite una carga rápida de 10 minutos en casi cualquier batería de coche eléctrico.

Ley en la puerta

Los europarlamentarios votaron que para el 2026 deberá ser obligatorio contar con, al menos, un punto de recarga para coche eléctrico cada 60 kilómetros, además se aprobó que existan estaciones de hidrógeno cada 100 kilómetros.

Según el texto adoptado en Europa, para ese año 2026 debe cumplirse la normativa a lo largo de las principales carreteras de la UE. Además, también se debería aplicar este mismo requisito para camiones y autobuses, si bien este último debería ser en la red transeuropea de Transporte (principales autopistas). Aquí, por tanto, solo habrá excepciones para algunas islas y carreteras con poco tráfico.