Un nuevo caso de hepatitis infantil aguda de origen desconocido se registró en la Argentina. Esta vez es un nene de dos años que permanece internado en un hospital de la ciudad de San Juan.

El niño fue atendido el lunes en un centro de salud periférico y luego se lo derivó al Hospital Rawson, uno de los más completos de la capital sanjuanina. La doctora que lo atiende, Paulina Bordón, le dijo a la agencia Télam que el pequeño "está internado en sala común y permanece estable, no tiene signos de enfermedad avanzada en el hígado y neurológicamente está bien".

Por su parte, desde el gobierno provincial, la jefa de Epidemiología, Mónica Jofré, indicó que "se envió a analizar al Instituto Malbrán una muestra de sangre y de materia fecal y no sabemos cuándo estarán los resultados".

Oficialmente se informó que "se descartó por análisis específicos que el pequeño tenga las hepatitis A, B y C, de Epstein-Barr y citomegalovirus, con lo que no se detectó qué lo afecta" y que en el Instituto Malbrán "analizan F41 para adenovirus, y de hepatitis D y E" y se esperan los resultados.

No obstante ello, Bordón dijo que "el niño no tiene factores de riesgo como para tener otro tipo de hepatitis".

La falta de referencia con otros tipos de la misma enfermedad es la que desorienta a los profesionales. La doctora Bordón dijo que "las hepatitis comunes no dejan secuelas y en cuestión de semanas se resuelven; en este caso, al no saber la causa, desconocemos cómo se desarrolla y no podemos anticipar tiempo de evolución y de resolución de la enfermedad".

Qué pasó con el caso de hepatitis infantil severa registrado en Rosario

El primer caso registrado en la Argentina de este tipo de hepatitis es el de un menor de ocho años que vive en Rosario. El chico recibió un trasplante de hígado. Este miércoles, 24 horas después de la intervención, el equipo médico que lo atiende en el Sanatorio de los Niños informó que el paciente se encuentra "estable" y "evoluciona favorablemente".

Lisandro Bitetti, cirujano que participó de la intervención, dijo a medios locales que el paciente "está evolucionando favorablemente, tanto en los parámetros clínicos como de laboratorios que se siguen en la sala de terapia intensiva. Igualmente el trasplante lleva menos de 24 horas y sigue siendo un caso crítico al que hay que seguir muy de cerca".