Inseguridad ya es la que sufren a diario los repartidores en los diferentes puntos del país, profundizando los riesgos de una actividad peligrosa de por sí. Por esta razón, los mismos deliveries no sólo se detienen a exigir medidas de seguridad, sino también planifican sus propias acciones preventivas, e incluso un trabajo conjunto con personal policial, puesto que el delito está al pedido de cada día.

“Hay semanas que todos los días, y en otras, por ahí se dan varios casos el mismo día. El promedio es cada 48 horas”. El testimonio pertenece a Brandon, referente de la Asociación de Repartidores Independientes de Rosario, ciudad harto conocida por la violencia inusitada y extrema, la cual, según el trabajador de repartos, también padecen él y sus colegas, con fines de robo.

En este sentido, el joven señaló que la ola delictiva “es impresionante. Estamos muy expuestos por estar en la calle. Te roban lo que pueden como la moto, la ropa, teléfono, la plata, y si te roban todo, mejor”. Por su parte, Mauro López, de la misma Asociación, pero de la ciudad de La Plata, reconoció que “sufrimos mucho los robos de 20 horas a 1 hora. Nos sacan el celular, billetera, te roban la moto si es de una mayor cilindrada a 110 cilindros”.

Pero por si fuera poco, López detalló otro factor que agudiza la exposición a los riesgos, como el contenido de la mercadería a transportar, del cual muchos distribuidores no tienen conocimiento. Al respecto, el referente gremial remarcó que “el narcotráfico es un enemigo silencioso, porque nadie investiga lo que llevás en la mochila”. No obstante, esta arista de la inseguridad se potencia, según el repartidor, en razón de que “las empresas no hacen estudio delictivo, no les importa la seguridad integral de los trabajadores”.

En este contexto desolador, los mismos deliveries decidieron diagramar y poner en marcha sus medidas de seguridad. En la ciudad de La Plata tiene lugar una propuesta inédita, particular y en principio eficaz, llamada Ojos en Alerta, y que radica en una comunicación directa de los deliveries con el personal policial. En este sentido, Mauro López expresó que “ahora hay cámaras móviles que son nuestros ojos, y que alertan sobre diversos hechos delictivos, no necesariamente que nos afecten a nosotros. Pasábamos a ser policías sin chapa, y bajo esta mecánica se frenó la ola delictiva, e incluso la han tomado en otros distritos”.

En una sinfonía similar desarrollan su actividad, los distribuidores de Rosario, aunque los resultados no suelen ser fructíferos. En este sentido, Brandon explicó que “somos copartícipes con la policía, tenemos llegada a loa agentes para informarle cuando sucede un robo, pero no es suficiente, porque cuando llegó el patrullero, ya el ladrón escapó”.

Por lo tanto, presentaron un proyecto de ley en el Consejo Deliberante referido a que cada repartidor esté monitoreado mediante un GPS. No obstante, no fue sometido a debate, a pesar de la urgencia de loa trabajadores de su implementación, puesto que “nos ayudaría muchísimo para mermar el robo”. En tanto, a fin de estar prevenidos, se mantienen en contacto a través de un grupo de WhatsApp llamado “Alerta Repartidores”.

Diferentes instrumentaciones que emplean loa deliveries para luchar contra un gigante en crecimiento. En referencia a ello, Brandon consideró que “lamentablemente nos toca vivir una realidad horrible”.

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