A principios de la década del 60, las radios de argentina comenzaron a sonar con el ritmo del folklore de una humilde familia que era originaria de la provincia de Santiago del Estero. Fue así que "Los Carabajal" conquistaron una enorme popularidad y se transformaron en uno de los grandes referentes de la cultura nacional.

Con el paso de los años y el surgimiento de otros importantes cantantes, los fundadores del célebre grupo fallecieron o decidieron retirarse de la fama de la industria musical. Sin embargo, estos hechos le abrieron la puerta a las nuevas generaciones, las cuales no se quedaron atrás y continuaron con el largo legado de canciones que, según ellos mismos,  "Pertenecen al pueblo argentino".

Dentro de la segunda camada de Los Carabajal, uno de los artistas más destacados es Peteco. El hijo de Zita Correa y Carlos Carabajal, conocido como el Padre de la Chacarera y uno de los fundadores de la banda de música popular, supo conjugar a la perfección el espíritu de los instrumentos de percusión típicos de argentina y toda la esencia emocional que atrae las presentaciones en vivo

Peteco Carabajal, el músico de folklore que da que hablar.

Toda una vida dedicada a la música 

Si bien llevaba el folclore en la sangre desde su nacimiento, recién a los 18 años se incorporó al este sorprendente mundo. En ese entonces, grabó su primer disco junto con su primo Roberto Carabajal y Shalo Leguizamón, con quienes formó "Santiago Trío", el cual duro poco tiempo dado que él se sumó al grupo musical de la familia, "Los Carabajal".

Fue en ese entonces que inició su presencia en los festivales folklóricos más importantes de Argentina y Latinoamérica, aunque también recorrió Europa y África. Tras adquirir experiencia en estos shows, en 1988, creó el grupo "Santiagueños", él cuál, por primera vez, no está compuesto por familiares, sino que tuvo la presencia de Jacinto Piedra y el bailarín Juan Coqui Saavedra.

Esta nueva banda de artistas jóvenes, logró el premio "Consagración" en el Festival de folklore de Cosquín. Además, se llevaron el Premio Konex de Platino como el "Mejor Compositor de Folklore de la década en la Argentina" y el "Diploma al Mérito", como uno de los cinco mejores compositores de la década, galardón que volvió a obtener en 2015.

En 1991, tras la muerte de Jacinto Piedra, comenzó su etapa solista y editó su primer disco que llamó "Encuentros". Dentro de sus obras más emblemáticas se destaca la canción "La estrella azul", un poema autobiográfico donde relata sus sentimientos luego de que lo separaran de su hijo Juan cuando este tenía solo 5 meses. Luego de muchos años, volvió a verlo una vez a los 6 años en África, sin embargo, no le permitieron decirle que era su padre. 

Asimismo, durante este periodo, participó en dos discos junto a Mercedes Sosa, quien lo invitó a realizar la gira por Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Suiza. Además, formó parte de los festejos por el aniversario de la Revolución de Mayo, en el marco del show "Somos Cultura" del Ministerio de Cultura de la Nación.

Hace algunos años, luego de muchos años de solita, se unió a sus hijos, Homero y Martina, y crearon "Riendas Libres". Junto a estos jóvenes artistas de folklore se dedicaron a escribir nuevas canciones y continuaron con el largo legado de presentarse en los festivales de música popular más importantes del país.