Los rituales para la Pachamama: la historia y los secretos de las ofrendas hacia la madre tierra
En varios lugares del país, estos rituales marcan el calendario con la misma importancia que tiene la navidad o el fin de año. Paola plazas te cuenta sobre ofrendas, pedidos y deseos, conocé en qué consisten.
Por Paola Plazas, tarotista.
Cuando se acerca agosto, su inicio, comenzamos los preparativos para festejar la fertilidad, la siembra y la cosecha y, sobre todo, nuestra pertenencia a la tierra. Hoy, el ritual de la Pachamama se ha extendido más allá de sus orígenes andinos.
Me resulta reconfortante ver aquí y allá ofrendas y rituales en lugares alejados de la zona de influencia primaria de la devoción a la tierra. De dónde vengo, la Pachamama, su ritual, nuestras ofrendas, pedidos y deseos marcan el calendario con la misma importancia que tiene la navidad o el fin de año.
Un poco de historia de la Pachamama
La Pachamama es una deidad tutelar de los pueblos de habla quechuas y aimara. Su figura se expandió desde los Andes junto con los incas, para los que era la Diosa madre de Inti, el dios del Sol y tutelar máximo de su panteón divino.
Es la tierra que pisamos, es la naturaleza que nos contiene, es el agua que facilita la vida y la fertilidad de la tierra y los hombres. Tan fuerte es su presencia ancestral, a la vez divina y cotidiana, que la Pachamama atravesó el proceso de cristianización que acompañó a la conquista.
El ritual más expandido de todos para realizar el primero de agosto, tiene la idea de dar para recibir, un acto de reciprocidad ante la tierra. Se chaya, se le da de comer y beber a la tierra. Pero se expande y toma lugar en las mismas casas.
De la casa donde se vive a la tierra donde se vive. Se sahúma toda la casa, se la limpia bien, el aroma de los alimentos cocinados se mezcla con los humos curativos que recibe a los invitados y allegados que van a festejar el ritual.
El anfitrión de la reunión luego hace un agujero en el suelo. Si la tierra sale bien, significa que será un buen año; si no, el año no será abundante. Antes de que se permita comer a cualquiera de los invitados, el anfitrión debe entregar un plato de comida a la Pachamama.
También se pone coca, yicta, especie de pasta formada con cenizas de algunas plantas y papa, alcohol, vino, cigarros y chicha. El ritual también se presta para hacer destrabes, apertura de camino, asegurar trabajo, buena salud y negocios.
La práctica de la ofrenda, se mezcla además con una reunión familiar, de amigos, recuerdos marcados que en mi caso recuerdo como puntos altos de felicidad desde mi niñez, punto de partida de muchas de mis propias prácticas con el mundo esotérico, mágico.
Los invito a chayar, a pedirle a la Pachamama lo que se le ofrece en los entierros de ofrendas. Que sea abundancia, trabajo, progreso, siempre pensando en estar agradecido a la tierra que nos contiene y de la que no somos más que hijos, pero también guardianes.