Nuestro país es tan vasto y hermoso que pueden llevar mucho tiempo conocerlo de manera exhaustiva, y entre sus particulares paisajes aparece la tradicional ruta 40, que une a la provincia de Santa Cruz con Jujuy por miles de kilómetros.

Ya sea por vacaciones, trabajo o lo que fuere, recorrerla siempre brinda un atractivo, ya que puede mostrar paisajes desérticos, con lagos o montañosos, como así también pequeñas localidades del interior casi desconocidas y que merecen ser visitadas.

Lo cierto, es que en la lista de sitios poco frecuentados por los turistas y que se alojan a la vera de la ruta 40, hay cinco lugares que pueden ser vistas si al emprender la travesía.

Una de ellas es Lago Posadas es una localidad ubicada en la provincia de Santa Cruz en un pequeño desvío de la Ruta 40 rumbo a la Cordillera de los Andes, específicamente en el departamento de Río Chico.

Es el lugar ideal para los amantes de la pesca ya que muchos aficionados del deporte se reúnen en el lugar a disfrutar del paisaje. Cuentan con gran variedad de vida marina; truchas, salmones, percas y pejerreyes patagónicos.

Uno de los lugares más visitados del pueblo es el Monte San Lorenzo que se eleva a unos 3.700 metros de altura. Sin embargo, es un monte para escaladores avanzados por lo cual es importante estar entrenado para subir.

Otro sitio es San Carlos en la provincia de Mendoza, el cual es una cuna perfecta del vino y la historia. Se trata de una pequeña ciudad ubicada en el Valle de Uco. Es un lugar histórico en sí ,ya que es allí donde el Ejército de San Martín se armó de municiones para emprender la liberación de los Andes.

Para los amantes del vino, el lugar ofrece visitas a distintas bodegas ubicadas a los pies de la Cordillera de los Andes, por lo cual la combinación perfecta entre montañas y una buena copa de alta gama, está asegurada.

Ubicado en el kilómetro 4075 de la interminable Ruta 40, se encuentra el tranquilo pueblo de Londres en la provincia de Catamarca. Si bien nada tiene que ver con la capital inglesa es un pueblo digno de ser recorrido.

Es una de las localidades más antiguas de la Argentina ya que su fundación se remonta al año 1553. Sin embargo, una de las particularidades más llamativas en la historia del pueblo es que fue fundada siete veces debido a la resistencia de los indios Calchaquíes contra los españoles.

El pueblo da la sensación de estar partido en dos ya que simula tener dos centros diferentes. Se divide en el Londres de Arriba y el Londres de Abajo. Este último es la zona más viva de la localidad. 

A tan sólo 147 km de Salta y 15 km de Cachi, se encuentra el pueblo de Payogasta. Ubicado en medio del Valle Calchaquí, sus paisajes se destacan por su tranquilidad y sus tintes rojizos.

El lugar está rodeado de campos donde se trabaja la tierra, más que nada cosechando zanahorias, cebollas y comino de excelente calidad. Además, cuentan con una gran producción de pimientos ya que el pueblo es codiciado por su famoso pimentón, a eso se debe el color rojo de sus tierras. Si se viaja a fines de otoño, los cerros se ven cubiertos de pimientos secándose al sol.

No es para nada un lugar de pasada, sino que los turistas pueden disfrutar de sus arroyos cristalinos y de las increíbles vistas a los cerros que rodean el pueblo.

Finalmente, el pueblo catamarqueño de Famatina es un pueblo famoso por la lucha en contra de la explotación minera, de hecho, logró expulsar cuatro mineras en nueve años de su territorio.

Se trata de un valle que se destaca por su tranquilidad y sus cañandones amarillos. Uno de los lugares más visitados y que más llaman la atención de los viajeros es el Cañadón del Ocre. Es de allí de donde se extrae dicho mineral.