La celebración de Año Nuevo es mucho más que juntar a la familia a comer, puesto que tiene un significado mucho más profundo. Marca un antes y un después, puede señalizar el fin de una etapa y el comienzo de otra, por lo que los argentinos, especialmente cabuleros, han desarrollado a través de los años una serie de costumbre para arrancar de la mejor manera el 2022.

Aunque existen ciertas tradiciones alrededor del mundo, en nuestro país hay cuatro que se distinguen por excelencia:

  • Usar ropa interior roja: esto tiene su origen en la Navidad e indica que el 25 de diciembre hay que regalar una prenda del estilo color rojo, para que la persona la estrene para recibir el año. Cuenta la leyenda, es sinónimo de prosperidad y bienaventuranza.
  • Vestirse de blanco: hay familias que tienen esto como condición indeclinable para entrar en la fiesta, casi como el onceavo mandamiento. Si por lo menos no se luce una prenda blanca, la violencia está casi asegurada. El fundamento es el siguiente: un “look” 100% blanco atrae buenas vibraciones y simboliza pureza.
Año Nuevo es una día que no está exento de las tradiciones. 
  • Comer 12 pasas de uva: según esta tradición, que podría asemejarse, salvando las distancias con las uvas en España, indica que hay que mandarse 12 pasas de uva a las 00:00 en punto, para tener un año “dulce”.
  • Prender una vela: este es quizás uno de los más sencillos e implico dos elementos: una vela y un fósforo. Hay que encender esta vela durante la última cena del año, para agradecer por lo sucedido en el año y pedir porque “venga lo mejor”. Sin embargo, no todas tienen el mismo significado, por ejemplo, las rojas son para el amor, las amarillas para la abundancia, las verdes para la salud, las brancas para la pureza y así con cada color.

Por supuesto que otros países tienen sus propias cábalas y costumbres, como las mencionadas uvas en España, las legumbres en el bolsillo en Perú (para que este nunca este vacío), comer alimentos redondos, por ejemplo frutas (por ejemplo en Filipinas), romper platos en las puertas (Dinamarca), golpear las puertas de las casas con pan de Navidad (Irlanda), tirar agua por la ventana (Puerto Rico) y agregarle cenizas al espumante (Rusia).

Esto deja a las claras que las cábalas van mucho más allá de Reinaldo “Mostaza” Merlo o de los argentinos en general, puesto que estas acciones se esparcieron en las culturas alrededor del mundo.