Mariquita Gallegos fue una de las mujeres más importantes de las décadas 60 y 70, ya que fue parte de numerosos proyectos artísticos que fueron muy reconocidos y premiados a nivel mundial. Si bien comenzó su carrera como vedette, a lo largo de los años se desarrolló como actriz, cantante y hasta conductora de televisión, pero pese al éxito, decidió tomar un nuevo camino con un perfil bajo. 

Su relación con lo artístico inicio cuando ella era todavía una nena. Su mamá era médica, pero era fanática de la música y tocaba el violín; su papá era militar y ya estaba separado de la mujer, sin embargo, apoyaba la pasión por la actividad. Cuando tenía 5 años empezó a estudiar piano y danza clásica y a lo largo de su adolescencia se perfeccionó en interpretación, composición y orquestación.

Con tan solo 14 años fue elegida para trabajar en la comedia "Aprobado en castidad" que tenía lugar en el mismísimo Teatro Astral de la calle Corrientes. Como era menor, su madre debía ir todas las noches a presenciar las funciones. 

Un estrellato temprano 

Luego de aquella primera obra, la discográfica RCA Víctor la contrato para grabar un disco, que se llamó "Los sueños de Mariquita". Sus melodías fueron un éxito rotundo y se fue de gira no solo por el país, sino que también llego a México y produjeron un programa de televisión que se llamó como el cd. Al pasar los años, dejo los papeles juveniles y se instaló como una figura referente del cine nacional. 

Cabe destacar que Gallegos se destacó tanto en comedias como en dramas, entre los films más famosos se puede nombrar: ¡Patapúfete!, con Pepe Biondi; "La cigarra está que arde", entre otras. Además, acompañó a Alberto Olmedo y Jorge Porcel en las divertidas películas como "Los caballeros de la cama redonda" de 1973, "Los doctores las prefieren desnudas" y "Los vampiros los prefieren gorditos". 

Más allá de su gran talento, también fue un icono sensual durante la década de los 70, ya que fue primera vedette junto a importantes capocómicos del momento como José Marrone, Juan Carlos Mareco, Juan Verdaguer, entre otros. Su profesionalismo fue reconocido no solo en el país, sino que también en el exterior. A consecuencia de esta fama, hizo gira por Israel y hasta vivo en kibutz, la frontera con el Líbano donde Gallegos sostuvo en varias entrevistas que escuchaba los bombardeos. Además, durante muchos años también recorrió Estados Unidos.  

Asimismo, desde sus inicios, fue muy bien recibida y apoyada por los demás artistas, de hecho, Tita Merello fue como una madre para ella. Hace un tiempo, la actriz se encontró espiritualmente y desde entonces asegura que el éxito en su vida es gracias al budismo, ya que a partir de esta creencia aprendió a que no puede perder oportunidades y que debe luchar por todo lo que desea. Actualmente, todas las semanas hace reuniones en grupos barriales y allí difunden y enseñan más de la fe. 

Una larga trayectoria 

En cuantos su vida personal, Gallegos tuvo dos grandes romances. El primero fue el actor y cantante, Luis Aguilé. Tras la separación, Blackie le presentó al actor, Juan Carlos Mareco, volvió a apostar por el amor y comenzó una relación con él. Tiempo después, se casó, se fueron a vivir a España y tuvieron a su único hijo Damián. Finalmente, se divorciaron en 1970 y ella mantuvo un noviazgo con Marco Estell. 

Desde hace 33 años está al frente del programa de televisión por cable, "La gran vidriera". En dicho formato es conductora y entrevista a distintos personajes y personas que se destacan por ser especialistas de algún tema que puede ir desde región y espiritualidad hasta medio ambiente. Además, actúa en un unipersonal llamado "Mariquita como yo no hay dos" y está escribiendo un libro sobre su vida en el cual relata los momentos más importantes de su larga carrera.