Ana María Picchio es una de las intérpretes más destacadas de su generación debido a que se destacó tanto en cine, teatro como en televisión. Además, se desarrolló tanto en dramas como en comedias y compartió pantalla no solo con grandes actores sino que también con reconocidos humoristas. Gracias a su inmensa trayectoria, hoy es conocida en el mundo como una referente artística, aunque su comienzo en el ambiente no fuero para nada sencillo

Nacida en el barrio porteño de Floresta dentro de una familia poco convencional. Su padre era chofer del creador del Geniol, mientras su madre era la cabeza de todo el entorno y se encaba por completo del cuidado de su primera hija, que padecía una parálisis. Por este triste motivo, vivió gran parte de su infancia recorriendo hospitales y fue criada por su tía y abuela. A raíz de su falta y la soledad que esta generaba, la joven Ana, se inventó un personaje para esconder ese dolor y desde aquel entonces descubrió que con la actuación sus males desaparecía. 

Picchio tuvo una infancia difícil. 

Un sueño que daba esperanza 

Picchio soñaba con ser médica, pero su madre le insistió que ella tenía que actuar porque poseía una gran capacidad para hacerlo. Gracias a la ayuda de la mujer del jefe de su padre, pudo entrar al conservatorio de arte, donde se preparó como interprete y conoció a quienes hoy son grandes figuras de la industria. Al pasar el tiempo se posicionó como buena profesional y comenzó a buscar trabajo en distintos ámbitos, aunque no fue tarea fácil.

En los primeros tiempos la actriz no conseguía trabajo porque, según contó ella misma en distintas entrevistas, tenía un perfil muy diferente al de la época. Para aquel entonces, estaban en auge las mujeres con facciones tipo francesas, que eran completamente divinas y perfectas. En una sesión de fotos, uno de los encargados de la misma le resalto que tenía una cara imperfecta y que no era lo que ellos buscaban, sin embargo, con el pasar de los años pudo demostrar que su talento valía mucho más.

. Los productores decían que Picchio tenía la cara imperfecta para ser figura. 

 La consagración como actriz 

Su primera gran oportunidad fue la película "Breve cielo" de 1969. Desde aquella actuación su carrera fue tomando vuelo poco a poco y participo de distintos proyectos hasta que en 1974 llegó su consagración con el film "La tregua", en donde compartió pantalla con Héctor Alterio, Luis Brandoni, Marilina Ross, Juan José Camero, entre otros reconocidos intérpretes nacionales. Esta entrega fue un éxito rotundo al punto de que fue la primera película argentina en ser nominada para un Premio Óscar. 

Su participación en el cine nacional no solo le dio reconocimiento a nivel Argentina, sino que también hizo que Picchio sea merecedora ganadora de importantes premios y menciones como el Cóndor de Plata y el San Jorge de Plata del Festival de Moscú como mejor actriz. Asimismo, tuvo un destacado paso por el teatro, donde no solo se lució en el rol de actriz dramática, sino también, en 1987, tuvo la oportunidad de mostrar su figura como vedette en "Gasalla es el Maipo y el Maipo es Gasalla".

Más allá del teatro y el cine nacional, Picchio se consagró como una gran referente de las ficciones argentinas. Su primera participación fue en la novela "El inglés de los güesos" de 1975, pero a lo largo de su carrera protagonizo al menos una decena de programas, entre los más destacados se pueden nombrar "El humor de Niní Marshall", "Hola Pelusa", "Los buscas de siempre", "Costumbres argentinas", "Mujeres asesinas", entre muchas otras más. 

Asimismo, cabe destacar que fue parte de reconocidas y premiadas series de alcance internacional como "El marginal", donde hizo a la jefa penitenciaria, Estela Morales; Además, se instaló un tiempo en España para actuar en "Vis a vis: El oasis" donde le dio vida a Ama Castro, una mendocina que estaba instalada en Madrid desde hacía 20 años. Sin dudas, su paso por Europa fue muy fructífero y la instalo nuevamente como una referente artística de Argentina para el mundo. 

Picchio tuvo la oportunidad de actuar en la exitosa producción española "Vis a Vis"

Un presente prometedor 

Actualmente, Picchio continúa haciendo su gran pasión que es actuar. Desde hace unos meses es parte del elenco estable de la obra teatral "Perdida Mente" que tiene funciones de miércoles a domingo en el Multiteatro Comafi. Este proyecto es muy prometedor, ya que es una creación de Jose María Muscari y está protagonizada por Leonor Benedetto, Karina K, Julieta Ortega y Patricia Sosa. Por fuera del trabajo, disfruta de la vida a junto a su hija y sus nietos.