Luego de que el actor Juan Yacuzzi, que interpretó a “Coqui” en Cebollitas, denunciara públicamente los malos tratos que recibían los chicos en las grabaciones de la serie infantil de Telefe, Brian Caruso y Leonardo Centeno, dieron su opinión sobre los dichos de sus excompañeros de grabación.

Brian Caruso, que interpretó a Gamuza, contó a Teleshow su experiencia detrás del set y admitió en era verdad que a los chicos los tenían “en un cuartito” de 4 metros por otros 4, que era donde comúnmente donde los productores los hacían pasar el tiempo entre escena y escena. "Cuando no tenías que grabar sino te ibas al bar, pero no es que nos maltrataban como dice, no es que nos maltrataban completamente, que nos puteaban”, recordó el actor, que especificó que al lugar lo llamaban “el corralito”.

Gamuza, de la serie infantil Cebollitas.

Según Caruso, esa habitación era un cuartito en donde los chicos debían permanecer, en el cual podían hacer la tarea o lo que sea. La otra opción era irse al bar del canal. “Te buscaban en el corralito o en el bar, y había alguien que nos cuidaba. Yo hice giras y todo y jamás sentí que nos faltaran el respeto, que nos maltrataran, jamás”, contó.

En cuanto a los maltratos y gritos de los directores y productores, Brian dijo que “al ser tantos pasa que muchos se dispersan”, pero advirtió que no les gritaban. “No es tan así”, como decía Juan Yacuzzi, aclaró.

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“Nosotros que éramos más chicos teníamos exigencias, aprendíamos la letra, nos portábamos bien, a algunos les constaba más que a otros, pero no es tan tan así como dice Juan”, remarcó Caruso, quien admitió que “trabajar con muchos chicos se puede complicar”, por lo que cuando las escenas se repetían, generaban “entre comillas pérdida de tiempo”.

“No sentí que nos retaran ni gritaran por eso. A veces se enojaban cuando las escenas se repetían muchas veces, yo no repetía muchas”, contó.

Leonardo Centeno estuvo de acuerdo con las declaraciones de Yacuzzi

 

Por su parte, Leonardo Centeno, que ya había trabajado en varios lugares cuando interpretó a Hipólito en la mencionada ficción, estuvo de acuerdo con Yacuzzi y admitió que, a la distancia, se dieron cuenta “de que un montón de cosas que pasaban que no estaban bien” y que en su momento no las veían y “estaban naturalizadas”.

Hipólito, de la serie Cebollitas.

“Recuerdo excesos verbales, encontrase con adultos exacerbados y cosas que con el cambio de época no podrían suceder. En todas las series que estuve siendo chico, laburo desde los nueve, vi cosas que tenían que ver con el trato a los niños que no estaban buenas, se sabía que había directores o productores que no tratan bien”, confesó Centeno.

A pesar de que él siempre fue “memorioso” y “no tenía problemas con la letra”, destacó que se acuerda de “ver gente entrar al estudio a los gritos y chicos llorando por cagadas a pedos exorbitantes en varias series. "Estamos hablando de Cebollitas, pero te puedo nombrar ‘Los chicos vienen cantando’ donde estuve un año y medio y había situaciones que no estaban buenas”, admitió.

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“Me pasó tomar consciencia de un montón de cosas a la distancia, muchos crecimos en la televisión empezamos de muy chicos, a Juan lo conozco. Se dio todo muy rápido, estábamos estudiando y te llaman de una serie, de otra, y esta contrastado con un cambio en tu vida de no poder salir a la calle, que todo el mundo te conozca a un nivel extremo, no era menor hacer tele en los ‘90 y en ese contexto estaban naturalizados los malos tratos”, continuó sobre el cambio de época y las costumbres naturalizadas, que no eran correctas, en relación con el trabajo y el maltrato infantil que sufrían los pequeños actores.

Ya que antes de 1999 el tiempo en horas que podían trabajar los chicos en actuación no estaba regulado, la Asociación de Actores intentó dar orden ante esa problemática. A pesar de eso, remarcó que “a veces no se llegaba, porque se grababan muchas escenas por día”. “Cuando venía el inspector de Actores me hacían esconder detrás del decorado para que creyera que ya me había ido, porque me faltaban grabar escenas. Esto lo conté a mis amigos como algo gracioso, aunque en realidad es tremendo”, sostuvo.