Una influencer relató en su cuenta de Twitter haber vivido una desagradable experiencia durante su visita a uno de los restaurantes más “chetos” y novedosos de la Ciudad de Buenos Aires, conocido por estar ambientado como los famosos metros de la ciudad estadounidense de Nueva York, y su publicación se generó un centenar de reacciones al poco tiempo.

Conocida en las redes sociales por su participación en la última edición del reality show de pastelería Bake Off Argentina, Paula Paternoster compartió este martes su descargo por la mala decisión que tomó al querer cenar en uno de los restoranes de Palermo a la moda y más llamativos del momento.

Paula de Bake Off visitó el restorán que se encuentra en el subsuelo del barrio de Palermo y contó su experiencia en Twitter.

El inmueble se sitúa en pleno corazón de la ciudad, debajo de las calles, en el subsuelo. Un vagón de subte ambientado con carteles en inglés y referencias neoyorkinas lleva a los futuros comensales hacia un pasadizo con grafitis en los muros y otros signos urbanos y culturales foráneos. Finalmente, al ingresar al restorán, se espera una propuesta de alta coctelería y cocina Street-gourmet para un público adulto-juvenil.

La joven pastelera y emprendedora explicó que el golpe más bajo de aquella noche fue haber tenido que pagar un sánguche de milanesa, que le vendieron bajo el pseudónimo de “Street sándwich” a 2 mil pesos.

“Ayer no salimos a festejar porque todavía nos estamos recuperando financieramente de la vez que fuimos al bar ambientado como metro de NY y nos cobraron un SANGUCHE DE MILANESA (que ni siquiera quería) 2 lucas”, indicó la twittera, indignada, al comienzo de su posteo.

La exconcursante de Bake Off confesó que lo quería ordenar originalmente era una de las ensaladas del menú, pero señaló que la moza no hacía más que confundirla y hacerla dudar de sus decisiones. “No está buena, es muy chica, no te la recomiendo”, le aconsejaron, pero luego, cuando quiso pedir otro plato, le repitieron el mismo discurso: “Tampoco, no tiene acompañamientos, es solo carne, ni condimientos tiene…”, le habría sugerido la moza.

Sin embargo, al pedir una recomendación de la casa, le trajeron un “Street sándwich”, que poco tenía de original: “un SANGUCHE de MILANESA. Beto el del kiosko del secundario los hacía mejor” (sic), espetó la influencer. 

Lo peor es que después pasó con la ensalada que yo quería y tenía pinta!! Dios que bronca todavía sigo enojada. Como vas a poner un bar temático de NYC y darme un sanguchito de milanesa”, (Sic), criticó una vez más la joven pastelera. Finalmente, Paula aconsejó a sus seguidores que si visitaban el restorán palermitano, se pidiera  “un trago entre 2” para sacarse “fotos para el Instagram” y que se marcharan.

Así luce por dentro un rincón del famoso restaurante palermitano.

La publicación en Twitter generó un gran revuelo entre los usuarios, que no tardaron en reaccionar con más de 28.800 “likes” y varios comentarios con signos de indignación y anécdotas de experiencias parecidas.

“Fui apenas inauguraron y de postre pedimos el ‘cheesecake desestructurado’ (porque no había nada más q se asemeje a comida normal) y nos trajeron un plato con una cucharada extendida de queso crema, otra de mermelada de frutillas, y al costado unas migas de galletas… Pobrísimo y sin sabor, cuestionó una usuaria en la caja de comentarios.

Otra internauta respondió con una situación similar: “Nosotros fuimos a comer también, pedimos un Fernet y un trago más raro. Tardaron más de 45 minutos, para traerme el Fernet y que me lo tenga que preparar yo. Después, pedimos dos hamburguesas y se equivocaron y se las dieron a otras personas”, disparó.

Casi al final de su descargo, Paula aclaró que pese a que había revisado los precios de cada plato, criticaba el valor al que le cobraron el sánguche porque se esperaba “el mejor sándwich” de su vida.