Poco a poco el invierno se está terminando y falta cada vez menos para la llegada de los días cálidos de primavera, momento ideal para emprender unas minis vacaciones o simplemente una breve escapada por alguno de los pintorescos destinos que se sitúan a lo largo y ancho de nuestro país. 

Gracias a la diversidad de paisajes, actividades y fácil acceso, la provincia de Buenos Aires se posiciona como uno de los lugares favoritos para locales que desean salir a pasear cerca de sus hogares y sin gastar un enorme dineral. En este contexto, cada vez más personas se animan a adentrarse en el interior de la región para visitar pequeños pueblos "detenidos en el tiempo". 

Si todavía no sabes qué hacer el fin de semana o estás buscando alguna salida familiar para comienzo de mes, te presentamos la localidad de Tres Sargentos. Este tranquilo sitio no solo posee una rica historia para conocer, sino que también reúne una maravillosa naturaleza ruralque invita a desconectarse de la rutina acelerada de la ciudad. 

Un pueblito "detenido en el tiempo" cerca de la ciudad 

Tres Sargentos es una pequeña localidad del partido bonaerense de Carmen de Areco y se puede decir que es un destino perfecto para cualquier fin de semana del año, ya que se encuentra a solamente 164 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, unas dos horas de viaje en vehículo. En cuando a la cabecera del municipio, se ubica a unos 20 minutos de distancia. 

El viaje hasta este pueblo es sumamente fácil y rápido porque se encuentra a la vera de la Ruta Nacional 7. Desde Capital Federal se debe tomar el Acceso Oeste, que luego se transforma en la Autopista Luján-Junín, hasta el kilómetro 159 donde se encuentra el acceso al sitio. 

Por otro lado, es importante mencionar que Tres Sargentos se sitúa en la cercanía de otros pueblos históricos que también vale la pena visitar y disfrutar tanto por su historia, paisajes y oferta de actividades. Entre los lugares más destacados se puede mencionar: Berdier, Gahan, Rawson, Gouin, entre muchos otros. 

Un pueblo histórico que quedó en el "olvido"  

Como muchos pueblos de Argentina, Tres Sargentos nació con la expansión del servicio de ferrocarril. En 1906, la línea Compañía General de Buenos Aires, que era de capital francés, instaló la estación que llamaron en honor a los sargentos que lucharon durante la campaña al norte del general Belgrano. Asimismo, sus calles llevan los nombres de los participantes de aquella histórica batalla. 

Durante muchos años, la localidad estuvo en auge y tuvo un enorme desarrollo gracias a las actividades agrícolas/rurales. Pese a que poseía un enorme reconocimiento en el siglo pasado, la cancelación del servicio del ferrocarril significo un rotundo cambio porque muchos vecinos migraron a las ciudades aledañas. Actualmente, solamente posee 391 habitantes. 

Un lugar para desconectar de la rutina 

Tres Sargentos se distingue por el cuidado y el esmero de sus vecinos, quienes se encargan de mantener el lugar e incluso incentivan el turismo a partir de la rica historia del pueblo. Uno de los principales atractivos es su hermosa arquitectura de estilo francés que quedo detenida en el tiempo y hoy son un gran museo que atrae a decenas de turistas fanáticos de la fotografía. 

Más allá de la vieja estación de trenes, que funciona como biblioteca, lugar de reunión y espacio cultural, también vale la pena visitar la Plaza Domingo Mariani, la cual posee juegos para chicos, recreos para hacer pícnic, un gran espacio arbolado y diversas esculturas de artistas locales; la capilla de la Sagrada Familia, un sitio único que fue ganado la naturaleza y se presenta como un lugar de película.

Tres Sargento mantiene muchos espacios donde la naturaleza está completamente intacta, de hecho, se mantienen las tradiciones rurales. Uno de los lugares más destacados es el .  parque de Tres Sargento, que no solo reúne flora tradicional de la zona, sino que también resguarda diferentes maquinarias antiguas que fueron parte de la historia del sitio. 

Para aquellos que deseen pasar el fin de semana allí, a la vera de la Ruta Nacional 7, se encuentran diversas estancias donde se ofrece hospedaje y actividades típicas del campo. Asimismo, se podrá degustar ricas minutas, sandwiches e incluso asados en alguno de los restaurantes ruteros que se ubican a la entrada del pueblo.