Después de 16 días de vacaciones de invierno, el último fin de semana se tiene que aprovechar al máximo y si todavía no sabes qué hacer, te presentamos un planazo "gasolero" que se destaca no solo por estar cerca de la Ciudad de Buenos Aires, sino que también es ideal para descansar de la rutina y tener una aventura distinta en contacto con la naturaleza bonaerense.  

Viña es un pequeño pueblito que pertenece al partido de Arrecifes y sorprende a aquellos visitantes que deciden adentrarse al interior de la provincia para desconectar del estrés e incluso de la tecnología. Pese a que es un lugar "conocido a voces", posee una importante oferta turística que está marcada por el relax, el aire libre y exquisitos platos elaborados con productos de la zona. 

Un paraje "escondido" 

Como otros pueblos de Argentina, Viña fue fundada con el avance del servicio de transporte público. En 1882 se instaló la estación perteneciente al ramal Victoria-Vagués-Pergamino del Ferrocarril Mitre. Durante el momento de mayor esplendor, la localidad tuvo todo tipo de construcciones y llegaron a pasar 50 trenes de cargas y larga distancia que se dirigían hacia las provincias de Santa Fe y Córdoba.

Finalmente, la estación del pueblo fue clausurada en 1992 y desde entonces ha descendido notablemente el número de habitantes fijos. Actualmente, presta muy pocos servicios de cargas y tiene 464 vecinos, quienes se encargan de mantener viva la historia del lugar y desarrollan diferentes actividades del tipo rural. 

¿Qué hacer en Viña? 

El principal atractivo de este pequeño pueblito es el turismo rural, él cuál le permite al visitante desconectar de la rutina y compartir un lindo momento, ya sea en familia, amigos o pareja. Por este motivo, a lo largo del sitio, se podrán encontrar diversos complejos, estancias y chacras, donde se ofrecen estadías diferentes para cualquier tipo de fin de semana del año.  

La tranquilidad de esta campestre localidad de la Provincia de Buenos Aires, permite disfrutar de las mañanas frescas, los bellos atardeceres, que regala imágenes inolvidables, y noches en los que el fogón son la estrella. Asimismo, no se puede dejar de recorrer los inmensos espacios verdes en los que la naturaleza se muestra en su máximo esplendor. 

Más allá de la posibilidad de descansar en un entorno tranquilo y bonito, todos los espacios de hospedaje, ofrecen una estadía repleta de emociones. Si estás buscando relajarte e incluso desconectarte de la tecnología, podés disfrutar de los diferentes spas que cuentan con piletas climatizadas, salas de masajes y otras actividades. 

La visita de Viña no puede finalizar sin la degustación de exquisitos platos elaborados con productos de la zona. Aquí se pueden encontrar desde las típicas carnes asadas hasta platos de autor. Asimismo, hay una variada oferta de postres, clásicos de la panadería nacional y vinos. Uno de los sitios imperdibles es el Club Central Argentino, donde las meriendas son imperdibles. 

 ¿Cómo llegar a Viña? 

El pintoresco pueblito se encuentra ubicado a unos 193 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y la cabecera municipal de Arrecifes está ubicada a solamente 14 minutos de distancia.  Viña es una escapada perfecta para cualquier momento del año, ya que llegar a las callecitas del sitio es muy directo y seguro. 

Desde Capital Federal se toma la General Paz en sentido con la Autopista Panamericana o Ruta Nacional 8- Ramal Pilar. A la altura del kilómetro 188 de dicho camino, doblar por la calle Coronel Juan A. Cámara que ingresa al centro histórico de la localidad bonaerense.