Escapada: el pueblito rural que es un "viaje en el tiempo" al siglo pasado
Este pequeño paraje fue la imagen de la prosperidad del país, pero, por distintas cuestiones, la vida aquí se hizo insostenible para los vecinos y se convirtió en un destino turístico para volver al pasado.
La provincia de Buenos Aires está compuesta de 135 municipios, miles de localidades y más de un centenar de pueblitos que vale la pena conocer. De hecho, mientras algunos son ideales para desconectar y respirar con el aire puro, hay otros destinos que ofrecen un turismo alternativo que entremezcla historia, paisajes hermosos y muchas costumbres.
En esta oportunidad, te queremos presentar un pequeño paraje que quedó "escondido" a pocos kilómetros de la Capital Federal y está a punto de quedar abandonado, ya que su cantidad de habitantes disminuyó considerablemente a pesar de que en el siglo pasado había sido un ejemplo a seguir por la prosperidad económica y desarrollo del ferrocarril.
Más allá de que se convirtió en un sitio ideal para viajar en el tiempo, aquí también se confluye la serenidad de la naturaleza bonaerense con antiguas construcciones que son parte del largo legado histórico. Además, los pocos residentes que quedan buscan darle un impulso a las actividades turísticas en la región y desean reabrir el viejo almacén.
El pueblito rural que era el sueño y ahora está por volverse "fantasma"
El Pensamiento es un pequeño paraje "escondido" dentro del partido de Coronel Pringles, sur-oeste de la provincia de Buenos Aires. En sí, este lugar se encuentra a unos 540 kilómetros de la Capital Federal y en la cercanía de populares puntos turísticos como es el caso de Sierras de la Ventana, Saldungaray; Coronel Dorrego; Monte Hermoso, entre otros.
Si bien el viaje hasta allí lleva poco más de 6 horas de viaje en vehículo, el recorrido es sumamente atractivo porque se atraviesan distintos paisajes bonaerenses. Desde CABA, se sale por la Riccheri y se continúa por la Autopista Ezeiza-Cañuelas hasta la conexión con la Ruta Nacional 3. Conducir por alli y, a la altura de Azul, empalmar con la Ruta Provincial 51 que lleva hasta Pringles. Desde allí se debe conectar con el camino vecinal que se dirige al pueblo.
Si bien actualmente cuenta con solamente 4 habitantes, supo tener una enorme población durante la época dorada del ferrocarril. A pesar del bajo número de habitantes y el gran desconocimiento que hay sobre este sitio, los pocos residentes que quedan buscan darle un impulso a través del turismo rural.
Un lugar con mucha historia
La construcción de su estación se finalizó en 1910 a cargo del ferrocarril que unía la ciudad de Rosario con Puerto Belgrano, Partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, en las proximidades de la ciudad de Punta Alta. Sin embargo, el pueblo como tal fue fundado en 1920, cuando se instalaron las primeras casas de vecinos que se dedicaban al desarrollo de los campos y otras actividades.
Durante la época dorada de los trenes, el lugar supo tener todo tipo de almacenes, herrería, carpintería, tiendas, panadería, y hasta un hotel con un cine propio donde se proyectaban películas de la época. Además, logró aumentar su cantidad de habitantes en poco tiempo gracias a que se lo veía como un destino ideal para viajes de fines de semana, de hecho, se instalaron varias estancias.
Su suerte cambió cuando menos lo esperaban, en 1977, clausuraron el servicio de transporte que pasaba por el paraje, por lo que el trabajo comenzó a escasear y, finalmente, miles de personas decidieron irse hacia las grandes ciudades de cercanía. Si bien el lugar no quedó completamente abandonado, poco a poco, la naturaleza fue ganado terreno.
Turismo alternativo en El Pensamiento
Con el paso del tiempo, muchos edificios fueron levantados, otros entraron en decadencia por la falta de mantenimiento y algunos mantuvieron su estética para convertirse en un destino perfecto para viajar en el tiempo. Gracias a estas características, muchos amantes de la fotografía se introducen en la historia y disfrutan de la bella arquitectura del siglo pasado.
Por otro lado, vale la pena mencionar que solo la escuela tiene energía solar, mientras que el resto del pueblo utiliza los viejos métodos de iluminación y la señal de celular es muy baja. Dadas estas cuestiones, se puede decir que es un destino perfecto para el senderismo y el turismo rural en los amplios campos que delimitan el sitio.
El recorrido puede finalizar con la visita de la Estancia El Pensamiento, la cual fue uno de los pilares fundamentales para la creación del lugar y que también mantiene el pasado a flor de piel, y el Río El Pensamiento que se puede apreciar desde Paso Vanoli, un antiguo puente que pertenecía al ferrocarril, quedó en desuso y ahora es un mirador.