Escapada: el hermoso paraje mendocino que invita a vivir una increíble aventura entre paradisíacos paisajes
¿Todavía no sabés a dónde ir de vacaciones? Este increíble rincón natural ofrece una estadía completamente única y mágica. Los detalles del sitio, en la nota.
Valle Grande es un pequeño pueblo que se encuentra dentro del departamento de San Rafael, Mendoza. Si bien es un punto "poco conocido", esconde majestuosas vistas que están marcadas por los colores intensos de las sierras del Cañón del Atuel, pintoresca vegetación y paradisiacos ríos de aguas turquesas que desembocan en un impactante lago que parece de otro planeta. Más allá de los hermosos paisajes que enamoran a los turistas, ofrece una gran variedad de actividades donde la adrenalina está asegurada para todas las edades.
No se puede negar que Argentina tiene increíbles maravillas naturales que son únicas en la región y vale la pena visitar, aunque sea una vez en la vida. Si bien la Costa Atlántica sigue siendo el centro turístico con mayor cantidad de visitantes, el sur de nuestro país es cada vez más elegido debido a la tranquilidad y seguridad. A unos 268 kilómetros de la capital mendocina y a media hora de la Ciudad de San Rafael, hay un paraíso donde el descanso y la aventura están asegurados.
Impactantes paisajes naturales
El viaje hasta Valle Grande es una hermosa experiencia para realizar en familia, amigos o pareja. Se puede acceder al lugar a través de la Ruta Provincial 173 que ingresa al área conocida como el Cañón del Atuel. Este increíble espacio natural se caracteriza por estar compuesto por esculpidos sedimentos rocosos que son muy coloridos y datan de diferentes edades geológicas. En sinuoso camino, el cual requiere conducir con mucho cuidado, se sitúan barrancos que alcanzan los 100 metros de altura y que regala imágenes impresionantes.
A lo largo del primer tramo del camino se pueden ver pintorescos cordones seranos que parecen pintados y forman diferentes figuras, de hecho, uno de los puntos más lindos es el rincón que se conoce como "Museo de cera". Además, se pueden distinguir que las elevaciones tienen las laderas repletas de arbustos verdes, cactus y otras plantas locales. También vale la pena destacar que para llegar al sitio hay que atravesar dos túneles que están inmersos dentro de la montaña y que parecen de película.
El río formado de deshielo que posee un intenso color turquesa y que pasa por diferentes represas hidráulicas que componen el embalse "El Nihuil". Estos espacios le dan diferentes elevaciones, caídas impresionantes y hasta cascadas. Llegando al paraje en sí, la rivera desemboca en un gran lago que está rodeado de sierras que tienen como base playitas naturales de arenas claras.
Valle Grande es un sitio ideal para los amantes de la naturaleza, ya el camino que conduce diversos rinconcito de la provincia que permite desconectarse del celular (no hay señal ni wifi) y del ruido de la ciudad, debido a que el único ruido es el murmullo del agua. Asimismo, debido a que el lugar se mantiene prácticamente virgen, se pueden encontrar algunos reptiles y pequeños animales autóctonos.
Un lugar donde la aventura está asegurada
Este escenario natural permite disfrutar de actividades llenas de adrenalina, de hecho, el 90% de los turistas llegan al sitio para disfrutar de la práctica de rafting, ya que la potencia del agua del río entre las rocas hace del espacio un camino perfecto para este tipo de deportes. Si bien parece una actividad "peligrosa", la realidad es que pueden realizarla personas de diferentes edades, por el hecho de que todos los paradores brindan el equipamiento necesario para que el visitante pueda divertirse sin lastimarse. Vale la pena destacar que el recorrido tiene un valor de $3500 por persona y tiene una duración de una hora más o menos.
Continuando con los atractivos del río, también se puede hacer kayak, doky y cool river que aportan una cuota de emoción incomparable al viaje. Si preferís los planes más tranquilos, una opción es hacer el viaje en catamarán por el lago que tiene un costo de $3000 por adulto. Aunque vale la pena mencionar la visita a las playitas a las cuales se accede a través de un corto paseo en lancha. En estos espacios solo hay lugar para el descanso y el relax, de hecho, son prácticamente solitarias y paradisiacas, por este motivo se recomienda ir preparado con comida y bebidas para pasar el día completo (La costa está habilitada de 9 a 18).
Continuando con el turismo aventura, las formaciones montañosas que conforman Valle Grande permiten disfrutar de actividades como el trekking, rappel, senderismo, cabalgata, escalada y hasta tirolesa. Todas estas travesías son ideales para los que quieren vivir la adrenalina a flor de piel, de hecho, los vecinos locales aseguran que todas las personas pueden disfrutar de ellas, ya que hay diferentes alturas y exigencias.
Las travesías no terminan ahí debido a que se pueden realizar safaris fotográficos en 4 x 4, cuatriciclo o enduro. Además, para aquellos que no le temen a las alturas, pueden hacer vuelos en parapente que regalan las imágenes panorámicas más hermosas de toda la región. Para terminar el día en Valle Grande, se pueden aprovechar las fantásticas piletas que poseen los diferentes paradores donde se puede descansar de las cálidas temperaturas del sitio.
Valle Grande está preparada para recibir familias, grupos de amigos o parejas que no solo deseen descansar, sino que también deseen tener una aventura única. A lo largo del paraje se despliega una gran oferta en alojamientos compuesta de hoteles de categoría; cabañas con vistas al río, casas de fin de semana y campings para instalar casas rodantes o carpas. Es importante mencionar que todos estos lugares brindan todos los servicios para que el visitante tenga una estadía reparadora, pero muy divertida.
La propuesta mendocina se completa con variadas opciones gastronómicas que satisfacen todos los paladares y gustos. A la vera del camino se pueden encontrar parrillas con excelentes asados y puestos con fiebres locales donde se destacan sobre todo los sándwiches de pan de campo, jamón crudo y queso casero. Asimismo, para los amantes de lo dulce, se pueden degustar ricos manjares regionales, entre los que se destacan las garrapiñadas de almendras y nuez o los churros de dulce de leche 100% hecho a mano. Por último, vale la pena mencionar los ricos vinos regionales que se pueden encontrar en los distintos locales.