Después de un año de mucho movimiento en Argentina, se acercan las deseadas vacaciones de verano y no hay mejor plan que conocer alguno de los paraísos "secretos" que se esconden a lo largo del territorio nacional. De hecho, ya sea que decidas viajar en familia, amigos o pareja, siempre vas a encontrar una importante variedad de destino que se adapte a tus necesidades, gustos e incluso presupuesto. 

Dentro de la inmensidad del territorio nacional, la provincia de Corrientes se presenta como una alternativa sumamente interesante porque aún mantiene a la bella naturaleza en su máximo esplendor, mientras que expande, poco a poco, su oferta turística a la vera de la costanera de los ríos Paraná y Uruguay. 

En esta oportunidad, te presentamos un pueblito "poco conocido" que se encuentra "escondido" al norte del territorio correntino y que se destaca por tener playas que se asemejan a los exóticos paisajes de la Riviera Maya, sin embargo, también se diferencian por ser rinconcitos completamente solitarios, perfectos para disfrutar del silencio y buena compañía. 

Un paraíso que parece del Caribe, pero es Corrientes 

Itá Ibaté es una pequeña localidad ubicada en el noroeste del territorio correntino, más precisamente, esta sitúa en el departamento de General Paz y a orillas del Río Paraná. Por otro lado, hay que mencionar que, gracias a su buena ubicación, cuenta con varias islas bajo su jurisdicción, como es el caso de Melilla e incluso está en la cercanía de la popular Apipé. 

Por otro lado, se encuentra a 156 kilómetros de la ciudad capital de Corrientes, es decir, poco más de una hora y media de viaje. En cuanto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se halla a 1.054 kilómetros, aunque el viaje desde allí es sumamente fácil porque el pueblo está sobre la famosa Ruta Nacional 12. 

A su vez, vale la pena mencionar que es uno de los pocos centros poblados sobre esta zona de la ribera por cuestiones de crecidas. Por este motivo, el turismo del pueblo se encuentra mayormente abocado a la pesca y al aprovechamiento de las distintas playas, las cuales cuentan con bonitos espacios preparados para el distendimiento y una importante oferta hotelera.  

Un pueblo con mucha historia 

Itá Ibaté significa "piedra alta" y fue fundada en 1877, aunque el lugar ya llevaba ese nombre desde el siglo XVII. En sus comienzos, el paraje se conformó como una estancia de base ganadera y su extensión comprendía desde el arroyo Santa Lucía y el Paraná, llegando a las Lomas de Ibahay, pero, por la constante amenaza de invasión de las fuerzas paraguayas, fue uno de los escenarios de la guerra de la Triple Alianza. 

Fue en ese entonces que Víctor Duarte, dueño de las tierras, donó al gobierno cinco manzanas para que levantaran un pueblo. Sin embargo, recién en 1970 se produjo un crecimiento considerado de la población con la instalación de los primeros solares, la pavimentación de los caminos y la edificación de la zona urbana moderna. Además, la construcción de la Represa de Yacyretá dieron también impulso al crecimiento de la localidad.

En la actualidad, el circuito histórico funciona como un interesante atractivo para aquellos visitantes de las grandes ciudades y sigue siendo un lugar se suma interés para los argentinos en general. De hecho, la capilla de la ciudad fue construida en 1902 y declarada  Monumento Histórico Nacional en 1997. Aquí la atracción principal es un Cristo, una magnífica obra de arte con más de 6 metros, creada con una sola pieza de madera de timbó colorado. 

Playas paradisiacas que no tienen nada que envidiarle al Caribe  

El paisaje de Itá Ibaté se destaca principalmente por su bella costa de arenas claras que están bañadas por aguas cristalinas del Paraná y decoradas por bellos acantilados que se abren paso sobre el río y forman unos pequeños miradores que son ideales para ver los atardeceres. A su vez, posee quinchos, mesas y bancos gratuitos para que todos puedan disfrutar de una linda estadía. 

Si bien hay distintos puntos turísticos a lo largo de la vera, el Balneario Municipal de Itá Ibaté, es una de las ofertas más populares porque está en una excelente ubicación (en el centro de la localidad), pero sí preferís la soledad y el silencio absoluto, las playas del este son la opción perfecta para vos. Entre ellas se destaca, el caso de Piedral Punta Gallino o las Islas Ovechá, Melilla y Santa Isabel. 

Para los visitantes que sean amantes de la fotografía o la naturaleza, este pueblo es clave porque ofrece ser espectador de una vegetación exuberante sobre los arenales, los cuales son de gran extensión y donde se puede avistar animales autóctonos como monos aulladores, pájaros carpinteros, entre otros. Además, la flora autóctona colorea las costas de diferentes colores verdes y rosas. 

¿Qué se puede hacer en Itá Ibaté? 

La localidad es conocida regionalmente como "El paraíso de la pesca", ya que se encuentra en una ubicación privilegiada que favorece a la caza de especies de enorme tamaño, que como los Dorados de 10 a 20 kilos, como así también Surubíes de 20 a 60 kilos. Además, es posible atrapar bogas y pacúes, de pesos considerables, utilizando el método de la mosca, spinning, trolling, tradicional o fly fishing.

Por otro lado, hay muchas alternativas para los visitantes que se animan a adentrarse en la majestuosa naturaleza de Itá Ibaté. De hecho, se desarrollan actividades náuticas como kitesurf; velero; sky acuático y mucho más. Asimismo, también se ofrece cabalgar por los montes y praderas.

in igual gracias a que tiene una gran variedad de  hospedajes que se adaptan a todas las expectativas del visitante y poseen numerosas propuestas con todo tipo de confort y servicios. Se podrán encontrar desde complejos de cabañas, alojamientos temporarios, camping y muchas otras opciones.