Costa bonita es una pequeña localidad escondida entre aguas turquesas del mar argentino, playas paradisiacas, pintorescos médanos y altos acantilados que no tienen nada que envidiarle a los griegos. Asimismo, posee una estética rústica que enamora a todos los visitantes que llegan a esta región poco conocida. Este paraje ubicado dentro del partido de Necochea tiene mucha historia para contar y es un sitio ideal para disfrutar de la naturaleza bonaerense. 

Este pintoresco paraje es una escapada perfecta para realizar el próximo fin de semana largo o durante la temporada de verano 2023, ya que se encuentra a unos 516 kilómetros de Capital Federal y a media hora al norte de Quequén. Pese a la corta distancia que lo separa de la cabecera del partido, pocos turistas llegan a este lugar y por este motivo el entorno se mantiene prácticamente virgen. Llegar hasta allí es fácil y rápido, puesto que simplemente se debe tomar la Ruta Provincial 2 hasta Coronel Vidal, donde se empalma con Ruta Provincial 55 hasta el kilómetro 73. Luego continuar por la Ruta Provincial 227 y finalmente doblar por la Avenida Circunvalación.  

Un balneario con mucha historia 

La villa nació en 1947 cuando el empresario Mario Corte, quien decidió instalar un pequeño parador que le dio inicio a un proyecto turístico a largo plazo. Luego de este primer paso, se empezó la construcción de las primeras viviendas sobre las dunas y entre los montes. Además, se instaló una pequeña gruta dedicada a la Virgen de Lourdes, quien es la patrona del sitio. Luego, durante la dictadura de 1979, la localidad fue separada de su partido original que era Lobería y se anexó a Necochea porque consideraron que por cercanía debía pertenecer a ese municipio. 

Con el cambio de jurisdicción, Costa Bonita, inició un proceso de abandono que fue causa de que años después sea considerado un pueblo fantasma. Los aires misteriosos cautivaron a aquellas personas que buscaban tranquilidad y descanso, por este motivo se convirtió en el rincón favorito de la industria musical nacional. La conocida banda de Rock, Arco Iris, llegó a esta costa, se enamoró del bello entono natural y se inspiraron para hacer la popular canción, "Mañana campestre". Asimismo, otros conjuntos se vieron conmovidos por los paisajes y dieron pie a otras baladas que también refieren a este peculiar balneario. 

Un paraíso solitario cerca de CABA 

Esta villa turística fue pensada con un estilo mediterráneo-griego, por este motivo las casas están dispersa entre los médanos y tienen increíbles vistas al mar. Sus playas son bien rústica y agrestes, de hecho, no fueron modificadas por el hombre y se conservan intactas gracias al trabajo de los 46 habitantes que viven en Costa Bonita. También se destaca el  espigón o muelle natural que se mete al mar a lo largo de 1200 metros y donde se puede visitar la Gruta de Lourdes y la Bahía de los Vientos. Asimismo, es importante mencionar las aguas turquesas donde se puede disfrutar de las cálidas temperaturas. 

Este increíble paraje también posee un pequeño desierto compuesto por onduladas dunas y médanos. Gracias al avance natural de la flora y fauna autóctona en estas elevaciones se da un espectáculo único en donde se puede ver como florecen las flores silvestres de todos colores. Por otro lado, los altos acantilados son el furor de la localidad, ya que desde el mirador de dicha zona se pueden capturar los paisajes más bonitos de la región. 

¿Qué hacer en Costa Bonita?

Sus playas con arenas gruesas con piedras, caracoles de diversos tamaños y flores de diferentes colores que despiertan el asombro de los visitantes, por ello se puede ver que los visitantes eligen las caminatas como una actividad primordial. Luego, el mar y sus olas hacen de este paraje un punto ideal para los amantes de la pesca deportiva, el surf y el bodyboard. En la zona de dunas y médanos se acostumbra la práctica de Sandboarding (culipatín en la arena) y el turismo aventura de la mano de vehículos 4 x 4.

Para aquellos que prefieran las actividades más tranquilas, no pueden dejar de realizar el safari fotográfico que recorre los imperdibles miradores naturales que tienen como característica principal que están embellecidos por un artesano local que le da un matiz místico y distintivo al paraje. Asimismo, no se puede dejar de disfrutar la tranquilidad y seguridad que son únicas en la zona.