Es argentina, se fue a los Estados Unidos, vende diez mil empanadas por mes y gana una fortuna en dólares: ¿Cuál es su secreto?
Belén De La Cruz es la responsable de un negocio que emprendió con el apoyo de sus hermanos. Jamás había soñado con tener su propio local. "Fue una casualidad", admitió la joven. En su menú hay 13 sabores para degustar.
Las empanadas son una de las comidas tradicionales de Argentina, las mismas son protagonistas de almuerzos y cenas en fechas patrias junto a otros platos como el locro, el guiso de lentejas o la carbonara. Su preparación lleva tiempo, por un lado está el relleno, que varía según la región del país donde se prepare, y por el otro está la masa, que también tiene sus secretos.
Sin importar en qué región, provincia o país se preparen, las empanadas son un éxito asegurado. Así lo demostró Belén De La Cruz, quien reside desde hace seis años en Atlanta, ciudad capital del Estado de Georgia, en Estados Unidos, con su esposo y sus tres hijos, y vende 10 mil empanadas al mes.
De La Cruz es oriunda de Buenos Aires y para ella su negocio nunca "fue un sueño, sino una casualidad". Todo comenzó porque junto a su esposo querían cocinarle a sus hijos "comida sana", que les gustara y así "traerles un poco de Argentina" mientras se establecían en Atlanta.
Los primeros tiempos "no fueron fáciles" porque le costaba conseguir los ingredientes para reproducir los sabores a los que estaban "acostumbrados", recordó en una entrevista con CNN. Uno de sus desafíos era encontrar los ingredientes de calidad para cocinar: carne, condimentos y la masa.
Una vez que pudo encontrar los ingredientes adecuados y perfeccionar las recetas para su familia, sus amigas le habían mencionado que podía dar clases. Esto le parecía "ridículo" porque ella no era chef, pero se animó.
Comenzó a darle clases a otras personas, así lo hizo durante dos años. De La Cruz vivió junto a su familia en otras partes del mundo pero cuando llegó a su parada actual aprovechó que sus hijos estaban más grandes para dedicarle más tiempo a su trabajo.
"Lo veía como una forma divertida de trabajar, que encima me redituaba buenísimo", aseguró. Pero en ese entonces ella no veía una faceta comercial en lo que hacía, hasta que sus hermanos viajaron desde Argentina para ir a visitarla y la ayudaron a tomar la decisión de abrir su primer negocio.
Antes de dedicarse de lleno a la cocina, Belén trabajó varios años en marketing y vivió en varios países. Con el nacimiento de su primer hijo decidió convertirse en ama de casa y seguir sus pasiones: diseñar objetos decorativos y tomar clases de cocina.
Las americanas en sus clases le decían "que ricas las empanadas. Me encantan, pero yo no pieso hacerlas, ¿dónde las puedo comprar?", entonces Belén no lo dudó y tomó en cuenta la recomendación de sus hermanos.
Así el 8 de febrero de 2020 abrió su primer negocio, aunque con la llegada de la pandemia por coronavirus muchos rubros tuvieron que cerrar en Estados Unidos, la argentina continuó adelante con el apoyo de la comunidad. Sus clientas compraban sus empanadas y las recomendación iba de boca en boca.
Los primeros meses ella cocinaba las empanadas, las cerraba, hacía la repostería y atendía la caja. De a poco fue incorporando personal y hoy en día cuenta con 17 trabajadores entre las dos locales que tienen en la capital de Georgia. Entre ambos negocios venden un promedio de 10 mil unidades al mes.
Uno de los secretos de su receta es la jugosidad y remarca que la diferencia con otras empanadas es la ausencia de comino, uno de los condimentos típicos del relleno. Además contó que desde Argentina le llegan consultas sobre cómo abrir su propio negocio en Estados Unidos.
"Hay factores personales que ayudan. No es que si sabes hacer una empanada ya está, se necesita mucho más que una receta o que saber hablar inglés. Se necesita un poco más de todo", y agregó que "no importa cuanto te esfuerces, lo que importa es el sabor del producto".
El menú de su negocio además de ofrecer empanadas, también incluye pastelería. En su página web se encuenta disponible la carta de sabores: carne, pollo, jamón y queso, espinacas, tocino, champiñón , entre otros. El precio de la docena es de 35 dólares.