El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lanzó un informe sobre el pronóstico climático para el último trimestre del año en todo el país, donde dio algunas precisiones sobre cómo se vivirán las precipitaciones, lluvias, calor y altas temperaturas en los diferentes puntos del país. 

El pronóstico extendido es para los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023. El organismo oficial precisa cuáles son las zonas que se verán afectadas más de lo normal en cuanto al calor y a las precipitaciones. 

Lluvias “por encima de lo normal” para lo que resta del año: qué dice el pronóstico

El SMN compartió un mapa con los detalles sobre las zonas del país y sus niveles de lluvias y precipitaciones para los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023, que componen el último trimestre del año. 

Se prevén precipitaciones “superior a la normal sobre la región del Litoral y este de Buenos Aires”, “Normal sobre el oeste de Buenos Aires, La Pampa y centro-norte de Patagonia”, e “inferior a la normal en la región del NOA (Noroeste Argetnino)”. 

“No se descarta la ocurrencia de eventos de precipitación localmente más intensa que lo normal, especialmente hacia el centro-este y noreste del país. Se recomienda mantenerse actualizado con los pronósticos en la escala diaria y semanal”, completa el organismo oficial. 

Cómo estarán las temperaturas para lo que resta del 2023

El Servicio Meteorológico Nacional utiliza un apartado de su informe para referirse a las temperaturas para lo que restan del año en los diferentes puntos del país, y cómo afectarán a cada zona. 

Afirma que habrá temperaturas superiores “a la normal sobre todo el norte del país y sur del Litoral (con menor probabilidad)” y “normal o inferior a la normal sobre el este de Patagonia”. 

“No se descarta que, hacia norte del país, continúe observándose una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremadamente altas para la época”, completa el informe. 

Fenómeno “El Niño” en Argentina

El Servicio Meteorológico Nacional había anunciado a principios de septiembre la llegada del ENOS (El Niño-Oscilación del sur), conocido popularmente como “El Niño”.

“Las anomalías de temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial son consistentes con una fase Niño. Se observó un debilitamiento de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial desde mediados de julio, lo cual indicaría que la atmósfera comenzó a acoplarse al océano. El Índice de Oscilación del Sur mantuvo valores negativos, característico de una fase cálida”, precisa un informe brindado por el organismo. 

Pasando en limpio, durante las primaveras influenciadas por El Niño, se ve un aumento tanto en la frecuencia como en la intensidad de las precipitaciones en gran parte de la región del centro-este y norte de Argentina, especialmente en las provincias de Misiones, Corrientes y el norte de Santa Fe.

El inicio de la etapa de “El Niño” trae además temporadas con un mayor riesgo de inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas y otros impactos climáticos adversos. A su vez, las primaveras signadas por este fenómeno tienden a ser más lluviosas en la provincia de Buenos Aires, en el sur del Litoral y en el noroeste de la Patagonia.