Cada 7 de mayo se desarrolla el Día Mundial de la Masturbación, una celebración que tiene como objetivo concientizar acerca de la sexualidad. Si bien muchos consideran a esta práctica como un secreto "sucio" de la intimidad, la realidad es que esta cuestión va más allá del placer porque tiene múltiples beneficios para la salud física y psíquica. Gracias a que es un tema tabú, han surgido mitos al rededor de él que vale la pena desmentir para disfrutar al máximo de las verdades. 

A pesar de que la auto estimulación es una acción realizada tanto por hombres como mujeres hace siglos, recién en 1995 se le comenzó a dar nombre y un marco científico. Fue en ese entonces que Joycelyn Elders, ex secretaria de Salud de la administración de Bill Clinton, sostuvo que se debería considerar la satisfacción individual como un buen método para evitar que las personas se expusieran al sexo de manera insegura y sostuvo que se debería enseñar en las escuelas. 

El discurso de la política no fue bien tomado y la sacaron de su cargo, pero abrió las puertas a un debate que hasta hoy en día continua vigente. Tomando la semilla plantada por la ministra estadounidense, una reconocida empresa de juguetes sexuales reconoció la importancia de la masturbación y decidió homenajear esta práctica al crear el Día Mundial de la Masturbación. 

Desde aquel entonces, se han realizado miles de estudios científicos que han probado que la autosatisfacción sexual mejora la función del organismo en general y que además atrae más de una decena de beneficios psicológicos. Si bien hoy en día es una práctica cotidiana tanto para mujeres como para hombres, aún persisten muchos mitos que indican que esta acción es "mala" o perjudicial. Antes de sacar tus conclusiones de esta cuestión, es importante conocer en detalle todo lo relacionado con este tema "tabú". 

Mitos acerca de la masturbación 

• La masturbación es un pecado 

Muchos afirman que la autosatisfacción es pecado porque va en contra de la castidad y suele tener el significado de fenómeno sustitutivo, es decir, intenta satisfacer el apetito sexual más allá del matrimonio o la pareja. Contrarrestando esta mirada, la ciencia explica que es una práctica "común" que se realiza desde hace siglos tanto por hombres como mujer y la noción "buena" o "mala", en este caso, no puede depender de lo moral. 

• Solo los jóvenes se masturban 

Socialmente, se estableció de que el momento de mayor práctica es durante la adolescencia por una cuestión de autodescubrimiento y hormona, pero una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud revela que el 95% de los adultos se masturban, y el 46% de los adultos mayores también lo hacen. 

• Solo los hombres se tocan 

Uno de los tabúes más grandes en cuanto a la sexualidad establece que solo el género masculino se masturba por una cuestión hormonal. Si bien un estudio reveló que los hombres se autosatisfacen unas 156 veces al año, lo que se traduce en tres veces por semana, la realidad es que las mujeres siempre se han tocado y según los informes publicados en este último tiempo, la práctica es cada vez mayor (3 y 5 veces por semana).

• El orgasmo de la masturbación es falso 

La masturbación es la acción que consiste en estimular los órganos sexuales de una persona o los propios con las manos, mediante caricias, o por otro medio, para proporcionar u obtener placer sexual. Dadas todas estas condiciones, la excitación sexual es un hecho y por ende el clímax es auténtico. 

Beneficios de la masturbación 

Según un artículo publicado en 2018 por la Revista de Medicina Clínica, durante esta práctica sexual se estimula la liberación de ciertos neurotransmisores como la dopamina y las endorfinas que resulta en una mejora en el estado de ánimo y podría fortalecer el sistema inmunitario del practicante. 

Entre los beneficios más importantes a nivel corporal se puede destacar: la relajación de músculos contraídos o contracturados; Favorece el buen reflejo de erección y eyaculación en el hombre; Mantiene saludables los genitales, ya que los hace entrar en actividad; puede aliviar dolores relacionados con los malestares menstruales y otros síntomas ginecológicos; entre muchos otros. 

En cuanto a los beneficios a nivel psicológico, se puede mencionar la producción de alivio porque tiene un efecto analgésico a través de los neurotransmisores; libera oxitocina y la vasopresiona, que son dos componentes químicos que están asociados con el sueño; el orgasmo expulsa la dopamina que está asociada con un fuerte sentimiento de bienestar, es decir, produce un sentimiento de calma y satifaccion; Ayuda a subir la autoestima y a mejorar la autopercepción, entre otras cuestiones.

Por último, vale la pena mencionar que también tiene beneficios en la vida sexual. Según expertos, favorece el buen sexo en pareja porque la persona aprende mucho sobre su cuerpo, sus reacciones, sus estímulos sexuales, haciendo que el coito sea mucho más placentero. También incentiva a aumentar la excitación del compañero/a de práctica, ya que los músculos se relajan y se liberan hormonas relacionadas con el placer. 

¿La masturbación se puede volver perjudicial?

Más allá de los beneficios que trae a nivel físico y mental, como todas las cosas, puede volverse una adicción. En los últimos tiempos, varias encuestas intentaron determinar cuántas veces a la semana se masturban hombres y mujeres, pero no se ha podido establecer una cantidad exacta como máximo o mínimo porque no se determina a partir de estadística, sino de cómo se siente cada persona, de las sensaciones que experimenta ante la práctica y qué lugar ocupa en su vida.

Se puede decir entonces que cuando el deseo de darse autosatisfacción sexual comienza a tornar un impulso intenso y recurrente, además, gana cada vez más espacio en la vida cotidiana, es posible que esté en desarrollo un trastorno psicológico llamado masturbación compulsiva. 

En cuanto a esta patología, se la puede reconocer por la necesidad de masturbarse con disociación del placer del orgasmo; Síndrome de abstinencia en forma de nerviosismo, malestar, irritabilidad y desasosiego; Incremento en la conducta que se da por la necesidad de obtener la liberación de oxitocina y otros químicos en el cerebro; Alteración de otras actividades, es decir, la persona se resienten de las prácticas sociales y la relación de pareja o la vida familiar, entre otras.