Alumnos tomaron el Colegio Nacional de Buenos Aires: qué reclaman
La medida fue dada a conocer a través de un comunicado difundido a última hora del lunes, luego de varias asambleas realizadas. La presidenta del Centro de Estudiantes habló con Crónica HD este martes por la mañana.
Una vez más, el Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires (CENBA) tomó las instalaciones del establecimiento educativo con el objetivo de forzar la salida de la rectora, Valeria Bergman. La medida fue dada a conocer través de un comunicado difundido a última hora de la noche del lunes, luego de varias asambleas realizadas a lo largo de la jornada.
En diálogo con Crónica HD, la presidenta del CENBA, Victoria Liascovich, atribuyó a Bergman, tras sus cuatro años en el cargo, el "deterioro" en la institución, "en el aspecto institucional, y en términos edilicios". En ese sentido, la joven de 17 años puntualizó que "se cayó un ventilador sobre la cabeza de un estudiante, una ventana, y pedazos de techo". "Y un aula tiene riesgo de derrumbe", agregó.
Por último, remarcó "el deterioro académico". Sobre este punto, expresó que "la excelencia académica está dejando de ser una realidad en el Colegio Nacional de Buenos Aires", debido a que "no hay concursos docentes", denunció. "Los docentes no ingresan mediante un concurso transparente sino que la rectoría ponen a dedo a docentes afines a su gremio", manifestó Liascovich.
Según expresa el comunicado difundido desde el Centro de Estudiantes, consideran “nociva” la gestión de la rectora para la institución. “Las razones son claras: posicionarnos en contra de la gestión de Valeria Bergman de cara a la próxima elección de rector”, dice el texto.
“Queda en evidencia el desinterés y la desidia de las autoridades hacia el Colegio”, puntaliza el comunicado. Además, el CENBA justificó la nueva toma haciendo hincapié en que “la situación edilicia no da para más”.
“Se caen techos, ventiladores y ventanas”; en que “durante cuatro años no se realizó ningún concurso docente y no habría intención de hacerlo”; y en que “el CER, órgano crucial para el correcto funcionamiento democrático del Colegio, pierde efectividad a medida que la rectora patea las sesiones, modifica los temarios y no firma los proyectos aprobados”. “¿Dónde quedó la excelencia académica del Colegio Nacional de Buenos Aires?”, cuestiona.
A través de un hilo de Twitter, el Centro de Estudiantes extendió sus críticas hacia la rectora y justificó la solicitud de desplazamiento de su cargo. Es por eso que denunciaron que llegó a dicho cargo “gracias a la presión política del gremio que la avala, UTE-CTERA”, pese a la “falta de conocimiento” sobre la institución.
Asimismo, acusan su llegada a la institución educactiva, por sus vínculos con Marcelo Creta, un dirigente gremial a quien señalan como “rector en las sombras” durante la gestión de Bergman.
Respecto a Creta denuncian que “nunca fue designado en ningún cargo dentro del equipo de gestión para conservar así su posición gremial” en UTE-CTERA, pero lo sindican como el que encabezó la reunión durante la toma del colegio producida en el mes de junio.
En la extensa publicación en redes sociales también hacen hincapié en que durante la pandemia, la rectoría prohibió el uso de la plataforma Zoom imposibilitando el aprendizaje virtual durante los meses de aislamiento social.
“De esta manera nos queda más que claro el modelo de Colegio que trae esta gestión. Desde el CENBA les decimos que no vinieron para quedarse, afuera el desinterés, afuera autoridades indiferentes, afuera Bergman”, concluye el comunicado difundido.
Cabe destacar que esta medida de fuerza ocurre en un contexto en el que el Gobierno porteño realizara 25 denuncias penales a 366 padres que autorizaron a sus hijos a tomar las instituciones educativas.
No obstante, el Ministerio de Educación de CABA envió a la Procuración General un informe técnico que cuantifica el valor correspondiente al pago diario de salarios del personal docente y no docente de las escuelas tomadas, con el objetivo de transferirle a los adultos el costo laboral que implicó tener cerrados los colegios. Por eso, el gobierno porteño ya cursó 21 denuncias por daños y perjuicios por los días de clase perdidos. La cifra por la demanda civil asciende a $50.538.442,85.