Alquilar en CABA, una misión casi imposible
La caída del stock de inmuebles disponibles en la Ciudad de Buenos Aires está cada vez más lejos de satisfacer la demanda habitacional, presentando un escenario muy complicado para aquellos que buscan un lugar para vivir. Según un reciente relevamiento privado, 22 de los 48 barrios porteños tienen menos de 10 propiedades en alquiler, mientras que el total de los departamentos publicados en las páginas webs especializadas se redujo a menos de mil.
Misión imposible. Resulta una situación más que preocupante la falta de oferta de viviendas para alquilar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y el hecho de salir a buscar alquileres de departamentos resulta un dolor de cabeza para las personas en situación de querer encontrar un lugar para vivir. De esta manera, cronica.com.ar realizó un relevamiento para saber más detalles sobre los hechos.
Esta situación se une con el dato llamativo que lanzó, este mes, el sitio web Reporte Inmobiliario, donde anunció que en 22 de los 48 barrios porteños, se estima que sólo quedan menos de diez departamentos en alquiler. Además, los departamentos usados de 1 a 4 ambientes plasmados en sitios oficiales de buscadores de inmuebles para el alquiler tradicional disminuyó a 928 unidades.
Los problemas siguen al momento de encontrar precios accesibles de alquileres acordes al bolsillo del trabajador: sobre todo en los valores difundidos para el mes de julio, donde incrementaron casi 170% en promedio durante el último año en el ámbito del Gran Buenos Aires.
Según el portal especializado en la materia Zonaprop, las estadísticas que indican que los precios de los alquileres, en el año 2023, aceleraron su marcha y acumulando al día de hoy un 70.4%, lo que equivale al doble del incremento que se vio reflejado en el periodo del 2022.
El Presidente de la Unión de Inquilinos Rionegrinos (UIR), Roberto Díaz, habló en exclusiva para cronica.com.ar y ratificó que existen dos factores en este momento que están haciendo que disminuya la oferta de viviendas para alquilar: la inflación y el aumento del turismo extranjero, sumado a que "la única oferta que existe en la Argentina para los inquilinos es el sector privado".
"La fuerte situación inflacionaria que estamos sufriendo hace que haya una afluencia turística del exterior hacia la Argentina, muy importante, entonces la oferta disponible que antes estaba para los alquileres permanentes, se fue rápidamente a ofertar al alquiler temporario, al alquiler turístico", explicó Díaz.
En ese marco, apuntó a que "todo el turismo internacional ingresa por CABA" y que el "fenómeno macroeconómico hace que los argentinos, que antes se iban al exterior, lo hagan de forma interna", a partir de "una sobredemanda sobre el alquiler turístico que antes no existía y que después de la pandemia (coronavirus) empezó a existir y a consolidar, ya que resulta muy barato viajar hacia la Argentina, o mucho más económico vacacionar dentro de la Argentina que en el exterior".
En términos claros, el titular de la (UIR) dijo que "en una semana un alquiler turístico gana lo que ganaría en el permanente en un mes". Cabe destacar que el alquiler de un 2 ambientes en la CABA se ubica en $158.328 por mes, según el sitio Mercado Inmobiliario.
Resulta que hasta un 104% los inquilinos debieron pagar de junio a julio, y que el porcentaje se actualiza todos los años de acuerdo a lo reflejado en la evolución del índice inflacionario. Para la página anteriormente mencionada, el barrio de Palermo es uno de los más caros de la CABA, con un promedio de $205.483 por mes, mientras que en Liniers es más económico, con un monto mensual de $114.447.
El especialista en la materia plantea que desde el Estado se deberían llevar adelante políticas "que no lo defina el mercado inmobiliario", en un contexto donde "hay nueve millones de personas que se están peleando por alquilar". En ese marco, cuestionó que no puede suceder que "el 60 o 70% del ingreso de una familia se vaya solamente en alquiler", por lo que hoy en día sólo debería destinar "el 30%", y que el ciudadano "tenga la capacidad de ahorro, de poder pagar un crédito, comprar una vivienda o un terreno".
"Hay que volver a crear es una oferta de alquileres que no dependa del mercado, sino que dependa de la finalidad social que debe tener una residencia. Y eso solamente lo logra un vivienda que sea del Estado y que cumpla la función social y no mercantil", añadió Díaz, en un contexto donde los alquileres de viviendas está "dominado 100% por empresas, constructoras o por particulares".
"Creo que la construcción de viviendas para alquilar puede ser un gran negocio también para el sector privado de generar desarrollos inmobiliarios que no sean para vender, sino que sean para alquilar y que le cuiden el salario al individuo. Si no se le cuida el salario, es imposible que un inquilino deje de serlo", concluyó.