El mundo de los vegetarianos, veganos y amantes de las verduras se encuentra en estado de alerta, ya que tanto la lechuga como el tomate, símbolos presentes en nuestras ensaladas a diario, siguen subiendo de forma descontrolada y puede llegar a ser la "punta del iceberg".

Para saber realmente por qué se dan estas alzas, Crónica.com.ar dialogó con Gladys Asselborn, productora de frutas y verduras y presidente de la ONG Organización Regional Argentina, quien comentó que "el aumento no solo pasa con la lechuga y el tomate, sino con todas las producciones, por ahí, uno no le presta tanta atención al resto de las producciones que se comercializa fresco porque no son tan clásicas y de uso cotidiano".

"El problema grande es que los copiadores son los que regulan en el caso de los otros productos, donde entra el tomate en esta barrida, no tanto la lechuga porque es más regional nuestra, suben los precios porque los acopiadores más allá de la temporalidad de que el clima hoy no nos ayuda, estamos en invierno, y siempre la lechuga y el tomate son más escasos en invierno, entonces los acopiadores son los que regulan los precios, o sea retiran ellos lo que quieren vender, poca cantidad a alto valor, y el resto se tira en las regiones productivas del país", agregó.

Asselborn argumentó que "en estos 24 años aprendí, además de tratar de ayudar a los productores, que el problema es el acopiador, que tiene dos centralizados en el país, uno que maneja en el norte y otro en el sur".

Cabe destacar, que el producto alimenticio que mayor incremento tuvo el mes pasado fue el kilo de lechuga, que subió 37,8% y pasó de valer $254,79 a $351,13. Posteriormente, se encontró el kilo de papa que se incrementó un 21,5% y desde los $71,28 subió a $86,64.

Tras ellos, se ubicó el tomate redondo por kilo que saltó a $217,73 desde que salió el anterior unos $180,83, con un incremento del 20,4%.

Mucho se habla sobre si el aumento, es exclusivo del clima, problemas de gasoil o el propio dólar, a lo cual la productora fue contundente y dijo que "los tomates estuvieron más caros anteriormente en proporción a como subió la inflación que en estos momentos, pero el incremento está en un 300 por ciento de lo que va en el año en esos dos productos y en el resto un poco menos, mucho más arriba de la inflación argumentando este tema que es estacional".

Siguiendo con el tema, Asseborn agregó que "siempre aumenta en el invierno, pero en vez de agarrar y traer en esta época del año del norte argentino estos productos donde se tira toda la producción, porque no hay una planta de puesta en valor, tenemos que recurrir a los verduleros locales que tampoco tienen plantas de puesta en valor, pero entran porque no tienen que pasar de una jurisdicción de provincia, por lo cual el producto llega sin ningún control. El problema es traer el camino que tiene que pasar por el control de distintas provincias, ahí te pide de donde salió, dónde está la planta de empaque, está habilitado o no, por eso consumimos solo lo de acá, cuando podríamos traer lo que se produce en Formosa, Misiones o Corrientes donde se tira".

Productos desperdiciados

Justamente este es otro tema que preocupa a los productores de diversas regiones de nuestro país, ya que según la productora "el 70 por ciento de la producción se desperdicia o sea que se tira o malvende o no se le paga al productor, y en algunas provincias más conflictivas el 90 por ciento se tira porque no tienen plantas de puesta en valor, por lo que el producto no puede salir directamente de la chacra y llegar a los mercados, tiene que pasar por una planta de puesta en valor, que lo desinfecte, que los amañe, que lo madure que lo empaque y el SENASA dice este producto es apto consumo humano".

"Eso es lo que falta en todo el país, por eso pagamos los productos muy caros y subsidiamos a todos los productores del país, porque son lo que no pueden vender sus productos por desconocer y entonces tienen todos los planes, porque no tienen como vivir y a su vez se le da la semilla, insumos para que vuelva a producir, y el pobre productor ignora esta situación de porque no se vende y una devolución que le dicen la logística mata al precio. Este año no tuvo precio las bananas, mangos y todo es mentira, como productora es así, tengo todo documentado, pero no hay a quien reclamarle", agregó.

Finalmente, otro mito a derribar por parte de la productora es que el precio sube por fenómenos climáticos: "este país produce de norte a sur y de este a oeste, cuando en un lugar hay mucha sequía, en otro inundación y en otro hay mucha helada, se trae de otros sitios donde los tomates como por ejemplo en Formosa de donde soy, se tira porque crece de manera tan desproporcionada y rápido, que allá el frío no es extremo, ya que son pocos los días fríos que la gente se queja, por ese motivo excepto la helada en agosto, el tomate es verano invierno. Corrientes tiene por demasía tomates, todo el país tiene la posibilidad de traer, por supuesto, que ahora tenemos el conflicto del combustible, pero no hace al precio".

Por G.A.