Autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) informaron que recibieron una factura de electricidad por un monto de 14 millones de pesos, el triple de lo que habían pagado en enero. Además, hablaron de la "extrema preocupación" por la situación presupuestaria que afronta ese centro de estudios, jaqueado por los recortes presupuestarios que dispuso el Gobierno.

Según lo informado por el decano de esa Facultad, Mauricio Erben, "sólo considerando los medidores de luz de los edificios centrales, en enero pagamos $4.986.730 y en febrero $14.158.623".

"Como enero es vacaciones, comparamos consumos y en febrero sólo aumentamos un 4% en kilowatts. O sea, casi se triplicó el costo del servicio. El motivo es la quita del subsidio del Estado nacional", explicó.

El monto facturado por la distribuidora eléctrica es casi un sexto del presupuesto anual que tiene asignado esa facultad (algo más de 93 millones de pesos), en el monto del congelamiento de partidas a las universidades nacionales dispuesto por el Poder Ejecutivo.

"La situación presupuestaria que afrontamos en la facultad es de extrema preocupación. El presupuesto de funcionamiento que recibimos es el mismo que en el año 2023. Esto se utiliza para pagar los servicios básicos como: electricidad, gas, limpieza de las instalaciones y mantenimiento general de edificios (ascensores, arreglos, etcétera)", señaló Erben al respecto.

El secretario de Administración y Finanzas de la UNLP, Claudio Canosa, contó que la universidad creó un fondo especial para afrontar las subas en la tarifa de luz. "Elaboramos un fondo especial para colaborar con las facultades y que puedan afrontar este gasto, que es de los más importantes que tienen. Hoy por hoy, se duplicó y se triplicó la factura y, además, se esperan dos aumentos más", sumó.

En la UBA

La situación es similar en casi todas las universidades nacionales. En la de Buenos Aires, su vicerrector Emiliano Yacobitti aseguró que "gran parte" de la casa de altos estudios "va a cerrar en el segundo cuatrimestre".

Las dificultades surgieron en la resolución de prorrogar el Presupuesto 2023 y girar a las casas de estudio el mismo monto que el año pasado, sin tener en cuenta la desvalorización por la inflación. El rector de la UBA, Ricardo Gelpi, había dicho hace algunos días que "los cálculos que hacemos nos dan unos dos o tres meses más. Digamos que hasta junio podemos funcionar, con muchos recaudos". También dijo que había hablado con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, quien le pidió paciencia.

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