En los primeros años de vida de un niño o niña, hay diversas bacterias o enfermedades que pueden complicar su equilibrio orgánico, y en ese mundo microscópico aparece la llamada rotavirus, que puede desembocar de la peor manera si no se la trata.

El asunto es que se trata de un virus que produce una infección intestinal (o gastroenteritis) siendo la causa más común de diarrea grave en menores de 5 años, además, la complicación más frecuente es la deshidratación, que puede generar la necesidad de hospitalización e incluso la muerte.

Totalmente contagioso

En tanto, es un virus altamente contagioso independientemente de la condición socioeconómica, y puede sobrevivir durante varias horas en las manos y por días en superficies sólidas, como mesadas, pasamanos o utensilios.

Hay que resaltar que la principal vía de contagio es la fecal-oral y puede transmitirse de persona a persona por contacto con materia fecal asociado a una mala higiene de manos. La persona que padece la enfermedad mantiene su poder infeccioso en la materia fecal durante una semana, por consumir agua o alimentos contaminados con el virus o por entrar en contacto con superficies en las que perdura el virus (un pañal, un juguete, ropa de cama, etc).

Síntomas y deshidratación

En cuanto a los síntomas que presenta, se manifiesta como una gastroenteritis de 3 a 8 días de duración, con vómitos, diarrea acuosa y abundante (hasta 20 veces por día), fiebre y dolor abdominal.

El mayor riesgo es la deshidratación, que puede llegar a provocar la muerte, en especial a menores de dos años. Por eso, ante la presencia de estos síntomas, es importante acudir rápidamente a un centro de salud u hospital más cercano.

Ahora bien, la pregunta clave que surge es ¿Qué hacemos ante un cuadro de diarrea por rotavirus?, a lo cual hay que decir que independientemente del microorganismo causante, frente a cuadros de gastroenteritis (diarrea o vómitos), se recomienda hidratar a la persona antes y después de realizar la consulta médica.

¿Qué pasa con los menores?

En el caso de los lactantes, hay que aumentar la frecuencia de la lactancia con leche humana, a las personas no lactantes hay que brindarles permanentemente agua segura. También debemos ofrecerles una alimentación adicional y adecuada durante dos semanas como mínimo, y esto les ayudará a recuperar la energía perdida.

Ante la intolerancia al tratamiento de hidratación oral (por vómitos), concurrir a una guardia dado que es probable que tenga que recibir hidratación por vía endovenosa.

Además, se recomienda que las personas menores de 5 años con diarrea no asistan a instituciones cerradas (guardería, jardín maternal, colonia, etc) a fin de evitar que contagien a otras personas.

Lo importante es actuar a tiempo y no perderlo ante la menor duda, con lo cual en caso de presentar algún síntoma, hay que llevar al niño a un hospital lo más urgente posible para que reciba el correspondiente tratamiento y evitar males mayores.

Rotavirus: vacuna segura

Si bien ya se conocen sus causales, hay que decir que existe una vacuna que puede frenar esta enfermedad, y la misma protege contra la diarrea por rotavirus, previniendo las formas graves de la enfermedad y sus complicaciones. Hay una estrategia de vacunación a tener en cuenta para evitar problemas. Por ejemplo, la primera dosis se aplica a los 2 meses de vida y la edad máxima para la administración de la primera dosis es de 14 semanas y 6 días de vida. 

En cuanto a la segunda, esta se da a los 4 meses de vida y la edad máxima para administración de la última dosis es de 24 semanas (hasta los 6 meses).