Si bien es una de las enfermedades que tienen una tendencia a extinguirse en algún momento y además posee tratamientos para curar, la tuberculosis sigue siendo infectocontagiosa y si no se la controla, puede expandirse a otros órganos del cuerpo y dejar graves secuelas. Para saber qué es la misma, hay que definirla como “una enfermedad infectocontagiosa crónica producida por el bacilo de Koch, que en general se localiza en el pulmón, pero que puede afectar a otras partes del cuerpo”.

Tipos de tuberculosis

Cabe destacar, que existen dos tipos de tuberculosis, una es la denominada pulmonar (que suele ser la más frecuente de ambas y representa del 80 al 85 por ciento de los casos) y la segunda es la extrapulmonar, que suele afectar a otros órganos del pulmón como los ganglios, columna, pleura y aparato genito urinaria, entre otros. Con relación a este tema relevante, la doctora Valeria El Haj (M.N. 99.291 y directora Médica Nacional de OSPEDYC) relató con tintes de prevención que “es un problema de salud pública que nos aqueja a todos no solo por la cantidad de casos que se presentan con tuberculosis, sino también por la mortalidad que genera la misma. Asimismo, es esencial considerar los factores sociales y sanitarios, que son determinantes en la aparición de esta enfermedad”.

Volviendo a los tipos de tuberculosis que se manejan, hay que decir que en el caso de la pulmonar, la persona presenta signos respiratorios como tos seca o productiva, expectoración con o sin hemoptisis, dolor torácico y síntomas generales como anorexia, astenia, adinamia, sudoración nocturna, pérdida de peso y a veces fiebre prolongada. En esta instancia, el paciente puede contagiar hasta tanto no haya iniciado un tratamiento, es por eso, que toda persona que presente tos y catarro persistente por más de 15 días, deberá ser estudiada por un profesional para descartar la patología.

Estadísticas que causan alarma

Un punto interesante a tener en cuenta, es que si bien es una enfermedad que se puede curar si se lleva adelante el correcto tratamiento, hace pocos años se confirmaron más de 11 mil casos y 720 muertes en nuestro país, por lo cual son números que alertan a las autoridades sanitarias, y obligan a redoblar esfuerzos para incrementar tareas de detección temprana, seguimiento de los pacientes y disminuir las fuentes de infección.

En cuanto a cómo se contagia la tuberculosis, se produce de persona a persona cuando se desprenden pequeñas gotas de saliva con contienen bacilos al toser, expectorar o hablar, teniendo relación con las características del ambiente, y la frecuencia y duración del contacto que se mantiene.

¿Qué pasa cuando aparece un caso?

Algo a destacar es que cuando se detecta un caso, el equipo médico suele evaluar al resto de los convivientes del afectado, para realizar las acciones que sean necesarias, como por ejemplo, quimioprofilaxis o vacunación, entre otras y según como se presente la ocasión. Respecto al tratamiento que suele llevarse adelante por parte de los profesionales de la salud, en la mayoría de los casos será de manera ambulatoria, y los pacientes tendrán excelentes resultados cumpliendo de forma estricta con las indicaciones de los especialistas que los supervisen.

Tuberculosis: diagnóstico y vacuna

Para saber cómo se diagnostica esta enfermedad, se puede realizar a través de la bacteriología (baciloscopia), radiología, reacción de PPD (va a mostrar infección, aunque no enfermedad) y otras técnicas. La mayoría de los pacientes se cura en un periodo de seis meses o más de acuerdo a la categoría de la enfermedad si reciben tratamiento y lo cumplen de manera adecuada, mediante esquemas de TAES (Tratamiento Estrictamente Supervisado) o TDO (Tratamiento Directamente Observado).

“La vacuna BCG protege contra la Tuberculosis, y es efectiva y segura para prevenir las manifestaciones severas de la enfermedad, por lo que debe administrarse al nacimiento, antes del alta sanatorial, siempre que el peso del recién nacido supere los 2 kg”, detalló El Haj.