Científicos del Conicet desarrollaron un nuevo método de fertilidad que activa los espermatozoides como si estuvieran en el sistema reproductivo de la mujer. A través de este tratamiento, que los creadores llamaron Hypersperm, ya se logró el primer nacimiento de un bebé y hay otros dos embarazos que transitan actualmente el tercer trimestre.

El primer nacimiento ocurrió hace más de un mes en Buenos Aires. Se trata de un avance importante que forma parte de un ensayo piloto cuyo objetivo es mejorar el desarrollo embrionario a partir de las técnicas de reproducción convencionales.

A partir de hallazgos de investigación básica, científicos del Conicet que fundaron una bioempresa con sede en Argentina y España, encontraron una forma de activar los espermatozoides en el laboratorio.

“Estamos muy contentos con el nacimiento del bebé. Es parte de un ensayo piloto que estábamos haciendo. Desarrollamos un método que aumenta la eficiencia en general de la reproducción asistida. Podría servir para ayudar a personas con diferentes problemas de infertilidad”, explicó a Infobae el doctor en bioquímica Mariano Buffone, investigador del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) del Conicet y cofundador de la startup Fecundis, junto con el científico del Instituto de Biología de Rosario del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario, Darío Krapft. 

Los investigadores venían desde hace décadas estudiando los problemas de fertilidad humana. “Tuvimos en cuenta que los tratamientos de fertilidad pueden ser ineficaces, largos y dolorosos para las parejas. Por eso, nos pusimos a desarrollamos tecnologías de mejora del esperma y nos basamos en el profundo conocimiento de la biología reproductiva”, comentó Buffone.

La búsqueda se focalizó en el hecho de que en la mayoría de los tratamientos de fertilidad, se separa a los espermatozoides en el laboratorio y luego se unen con el óvulo. “Nos concentramos en una etapa del procedimiento de la tecnología reproductiva y en desarrollar el método, que llamamos Hypersperm, que activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides de tal manera que lleva a cabo el mismo proceso que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer”, señaló el científico.

Históricamente la atención estuvo puesta en el óvulo, aunque se logró demostrar que la actividad del semen contribuye más allá que en la fecundación y que su actividad es clave para un buen desarrollo de los embriones y el éxito de los tratamientos. Este nuevo método facilita que el espermatozoide adquiera capacidad de movimiento.

Ensayo con buenos resultados

Los investigadores hicieron una prueba piloto con 10 pacientes que tenían dificultad para tener hijos en un centro de fertilidad en Buenos Aires y que ya habían atravesado varios tratamientos de fecundación in vitro sin éxito. En la mitad de los pacientes se aplicó el nuevo método, que incluye un kit con soluciones que se aplican a los espermatozoides. En la otra mitad, se usó el método convencional, como grupo de control. Una de las parejas participantes al primer grupo logró el embarazo y tuvo el bebé.

“El objetivo del estudio era mejorar el desarrollo embrionario. Porque una dificultad es que hay personas que se someten a los ciclos de tratamiento, pero luego no se logra la implantación y el desarrollo del embrión. Eso es un cuello de botella en la reproducción asistida hoy”, explicó Buffone. 

En base al ensayo piloto que se hizo el año pasado y a los estudios pre-clínicos en ratones y vacunas, los investigadores afirman que el número de embriones de alta calidad a partir de espermatozoides tratados por el método Hypersperm aumenta un 63 %. Si los ensayos próximos con 40 pacientes confirman los beneficios del nuevo método, se podría reducir a la mitad el tiempo y costo de los tratamientos de reproducción asistida.