Las relaciones humanas por momentos suelen ser difíciles y con pocas respuestas a algunos interrogantes, ya que una persona muchas veces suele actuar por impulso o deseo, y en esa vorágine emocional en una pareja suele aparecer un fantasma del cual nadie está a salvo: la infidelidad.

Para tratar el tema, el psicólogo Mauricio Strugo (M.N. 44.136), le dió a “Crónica” una definición de infidelidad: “Se dice que ser infiel suele ser algo relacionado con la otra persona, pero hay que ver a la infidelidad como algo en donde la persona que es infiel se tiene que preguntar si está siendo fiel a sí mismo o no en algún punto, porque no sólo tiene que ver con que otra persona se entera de esto y se quiebra la confianza, sino también con la acción de quién es su compañero, de la libertad de la cual todos tenemos que ser responsables de ver qué elegimos, y si no elegimos más a una persona, tratar de ser honestos desde ese lugar”.

Infidelidad: el cuerpo lo sufre

Un punto clave de la infidelidad es que afecta al organismo, sobre todo el que sufre: “Como nuestro órgano sexual más importante es el cerebro, cuando no nos sentimos bien, impacta sobre la sexualidad produciendo disfunciones. En el hombre puede producir impotencia sexual, falta de erección o tener una erección y que de golpe se corte o no siga, se pierda, puede haber una eyaculación precoz, también por una situación de estar nervioso, de no poder conectarse bien, como también puede haber una eyaculación tardía en esto de no poder conectarme con el deseo después”.

El especialista (@psicosex) agregó que “en la mujer puede haber vulvodinia, que es un dolor, o puede haber vaginismo, que es una contracción involuntaria de la vagina en el momento en que el hombre está introduciendo su pene, y esto involuntario tiene que ver con un rechazo hacia la relación sexual, que uno lo hace pero que en algún momento tiene que ver esta situación de no sentirse a gusto y cómodo en un lugar tan vulnerable como es la sexualidad, y además en los dos casos se puede dar la falta de deseo, como que la líbido está muy baja porque estamos protegiéndonos, nos estamos cuidando del encuentro si nos sentimos frustrados o perdimos la confianza”.

Emociones por el suelo

Lo cierto, es que aquel que sufre una infidelidad no sólo la pasa mal en lo orgánico, sino también en lo emocional. Con relación a esto, Strugo relató que “se quiebra la confianza, es normal que haya mucho enojo, furia, decepción y por lo tanto, sea una herida en carne viva y que quien está del otro lado tiene que aprender a quedarse en el banquillo de los acusados por un tiempo dispuesto a recuperar la confianza, a ser honesto con las preguntas, y al mismo tiempo, tratar de estar mejor que antes cuando estaban bien, porque si se vuelve a lo anterior, es probable que esto vuelva a ocurrir; entonces, la idea es que a partir de esta situación traumática, la pareja si deciden seguir juntos, sea para es- tar mucho mejor que antes, para ver que esta infidelidad además de ser dolorosa sirva para algo, para que puedan madurar juntos mucho más”.

Siempre se dijo que los hombres son más propensos a ser infieles frente a las mujeres, algo que parece ser un mito urbano: “Hay de todo en este mundo, la clásica situación de creer que sólo los hombres cometen más infidelidades tiene que ver con algo que ya es un demodé, porque hoy en día las mujeres y hombres tienen libertad, y siempre tuvieron libertad para elegir qué hacer, quizás los hombres en ese sentido somos más obvios”.

El psicólogo agregó que “lo que sucede es que a partir de que se quiebra esta situación, quizás por motivos económicos, porque tienen familias juntas, deciden seguir estando en el mismo techo pero dejan de ser pareja o renuncian a la sexualidad, lo cual esto no es lo más recomendable, porque si sucede va a haber mucho resentimiento y va a ser una especie de venganza, como diciendo ‘ahora quedate acá que te voy a castigar por lo que hiciste’, y será una situación de infelicidad para esa pareja y los hijos; entonces, en un caso en que la pareja decida no continuar, se buscará la manera, aunque económicamente sea difícil, aunque familiarmente implique un movimiento traumático para los demás, pero el tema es que si seguimos renunciando a un montón de cuestiones esto va a hacer que estemos frustrados todo el tiempo”.

Pandemia infiel

Consultado sobre por qué aparecen tantos casos en la pandemia de Coronavirus, Strugo argumentó que “puede ser que, en algunos casos, muchas parejas al vivir juntos se encuentren con falta de deseo, con una situación que caían en rutina, ocupados en trabajar y pasaban mucho tiempo encerrados, y eso generó distancia y ahora que se está empezando a abrir todo, mucha gente tomó distancia o se animó a romper vínculos buscando otras situaciones. Esta cosa más conservadora de estar en pareja, a lo mejor a uno le hizo pensar y decir después de toda esta situación, donde venimos sobreviviendo, así como una persona que entra en coma y se despierta y se va a vivir a la playa y deja todo, hay una situación de permitirse ciertos placeres y situaciones, donde por ahí uno dice ‘estaba ya planificando mi vida, y la verdad estoy aburrido y necesito otras cosas’”.

El especialista finalizó diciendo que “si estamos en un vínculo, tenemos que tener la responsabilidad afectiva, saber que del otro lado hay una persona que confía en nosotros, apostando a nuestro vínculo y requiere que de nuestra parte nos hagamos responsables de lo que queremos y de lo que no, y si estamos mal, en vez de buscar una solución que sea un parche, primero hay que ver qué se puede hacer y si hay solución, porque la verdad que vigilar y controlar a alguien no es una solución, porque ya habrá desconfianza”.

Poliamor, swinger y otros temas

Se dice que el poliamor, el mundo swinger y otras prácticas sexuales tienen una cercanía con la infidelidad, situación que el especialista se encargó de diferenciar. “El poliamor es un vínculo que se basa en confianza, no hay que confundirlo con pareja abierta, donde tengo relaciones con quien yo quiera por fuera y mi pareja también tiene permitido hacerlo o no, y en todo caso, no hay una relación construida para afuera. Esto es como buscar sexualidad. En cambio, en el poliamor lo común es que sea un círculo de confianza donde nos elegimos entre todos, y yo puedo tener mi pareja, incluir a otra persona y esa persona también tiene una relación con mi pareja”, dijo el psicólogo.

“En una pareja swinger los dos eligen esta situación e incluso en un trío o vínculos de pareja abierta podemos poner reglas, o sea, podés ir con otra persona, pero me tenés que contar qué hacen; o si nosotros hacemos swinger con alguien, lo que no quiero es que vos no te des besos en la boca con esa persona o determinada práctica sexual que la dejamos para nosotros únicamente, y eso también se tiene que cuidar”, finalizó.

Ayuda de la terapia

Cuando se presenta un caso de infidelidad, hay preguntas que uno se hace, como qué hacer, cómo proseguir o con quién hablar, dudas que tienen respuesta. “La consulta por infidelidad siempre fue la mayor en lo que es psicoterapia de parejas y hay distintas situaciones. Recomiendo que hagan una terapia de pareja para reparar confianza, poder hablar del dolor para la persona que realizó este acto de infidelidad, mostrarle por qué vale la pena volver, por qué quiere volver, qué está dispuesto a hacer para sanar esa herida, y por otro lado, aprovechar la chance para revisar el vínculo, cómo estaba la pareja para recurrir a la infidelidad y a partir de eso, buscar una mejor versión”, opinó Strugo.

“No podemos pensar que la infidelidad ocurre porque había algo malo, a veces no sucede así, pero sí revisar y ver cómo estar mejor, ya que hay parejas que a partir de esta situación pueden crecer, evolucionar y ver de elegirse, no estar juntos porque alguna vez decidieron estarlo, o porque alguna vez estuvieron mejor y que eso suceda mágicamente, sino a partir de este hecho traumático, decir ‘si nos damos una oportunidad, que realmente sea para aprovecharla’. A veces el que cometió la infidelidad hace cosas buenas para sanar esto y la otra persona no le cree, hay momentos en que desconfía”, finalizó diciendo.

POR G.A.