Todos los sentidos son esenciales en la vida de una persona para poder comunicarse, leer, degustar algo o simplemente oler una flor, y uno de los más destacados es la audición, ya que permite desarrollar y adquirir el lenguaje, pero que puede irse deteriorando con el paso del tiempo y traer graves consecuencias.

Cabe destacar que los números presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su último reporte indican que hay 466 millones de personas en el planeta que padecen de pérdida auditiva, y los cálculos realizados de aquí al 2050 dicen que 900 millones de personas sufrirán esta patología, por lo cual las fuentes sanitarias indican que es necesaria una pronta atención para atender este tema.

¿Qué es la hipoacusia?

Ahora bien, para saber qué es la hipoacusia, hay que definirla como "una disminución auditiva que puede darse en diferentes grados, desde una pérdida auditiva leve o moderada hasta una pérdida auditiva severa o profunda. La parte del oído que se encuentre afectada determinará el tipo de pérdida auditiva y el tipo de tratamiento necesario".

Existe un grupo de síntomas o manifestaciones que permiten dar un tipo de señal de que algo no está funcionando bien en ese sector del organismo y que puede existir una afección auditiva en alguien, y son las siguientes: zumbidos o acúfenos, que suelen manifestarse en adultos y adultos mayores; la falta de entendimiento, que en los niños se suele manifestar en una bajo rendimiento escolar y, por lo general, se puede confundir con cuestiones de atención; la falta de desarrollo del lenguaje a medida que pasa el tiempo, que suele ser una señal de pérdida auditiva en niños, y la falta de respuesta ante un llamado o estímulo auditivo fuerte, sobre todo en el caso de los niños.

Una ley que protege al recién nacido

Por tal motivo, hay que actuar rápido para poder detectar una pérdida auditiva temprana y, en ese sentido, en nuestro país hay una buena noticia desde hace unos años, y es que tiene vigencia la Ley 25.415, a partir de la cual se creó el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, por la que todo recién nacido tiene derecho a ser evaluado de manera auditiva y tratado de forma adecuada y oportuna tras sus 6 meses de vida.

En el caso de los bebés, su capacidad de audición se evalúa por medio de un estudio sencillo y no invasivo llamado "otoemisiones acústicas (OEA)", que detecta las vibraciones acústicas emitidas por las células ciliadas de la cóclea. Además, existen otros estudios auditivos que se indican según la edad del paciente y el caso clínico particular, aunque en esta situación dependerá de la evaluación que un especialista le realice al menor.

¿Cuáles son las causas?

Finalmente, las causas de la hipoacusia pueden ser variadas y diversas, ya que pueden estar asociadas a situaciones genéticas, a enfermedades o a factores de riesgo durante el embarazo o en el momento del nacimiento. Los especialistas también indicaron que puede aparecer durante los primeros años o a una edad avanzada en la vida de una persona, con lo cual siempre es recomendable llevar a cabo controles en diversas etapas para, en caso de advertir una pérdida auditiva, realizar el debido tratamiento y poder llevar una vida normal.

Prevención para cuando no se oye bien

Existen una serie de medidas a tener en cuenta para ayudar a la prevención de la pérdida auditiva y llevar un control de lo que ocurre con los oídos. Entre las más recomendadas por los profesionales están las siguientes: 1) Utilizar protección auditiva siempre que se esté expuesto a ruidos mayores a 80 dB; 2) realizarse chequeos auditivos al menos una vez al año; 3) cumplir con los chequeos prenatales y ginecológicos, en el caso de las mujeres que se encuentren cursando un embarazo; 4) evitar consumir medicamentos que puedan ser tóxicos para el oído interno; 5) realizar controles auditivos a los bebés recién nacidos (otoemisiones acústicas) y 6) evitar la exposición a ruidos de elevada intensidad, como, por ejemplo, la música alta mayor a 80 dB, que causa serios inconvenientes.