A pesar de la permanencia del coronavirus desde hace algo más de un año en todo el mundo, las parejas mantienen las ganas y el entusiasmo de llegar a ser padres, aunque esto les signifique tomar mayores recaudos contra la presencia de este virus. Ahora bien, la pregunta que suele surgir en aquellos que tienen la esperanza de tener un hijo es si existe algún momento especial del año para buscar un embarazo o si es lo mismo, y también, si se inicia un tratamiento de fertilidad, ¿resulta lo mismo efectuarlo durante cualquier mes?

Si bien algunos creen que el invierno puede ser el mejor momento, ya que uno suele estar más tiempo dentro de un recinto, otros piensan que la estación del verano es mejor, porque la llegada de las vacaciones y el calor serían un estímulo para aliviar tensiones, relajarse y lograr un embarazo exitoso.

En cuanto a la opinión científica, estos no tienen la respuesta y no existe ningún indicio que pueda llegar a confirmar en qué mes o estación se pueden lograr los mejores resultados.

Tratamientos en verano

Para contestar este tipo de inquietudes que suelen aparecer la psicóloga especialista en reproducción asistida María Villamil (encargada de la Unidad de Apoyo Psicológico del IVI Buenos Aires) relató: "Muchas personas deciden comenzar los tratamientos en verano porque es una época más despejada, en cuanto a otros compromisos. Tener tiempo y estar relajada contribuye a que el cuerpo esté mejor predispuesto. Esta condición aplica tanto para los pacientes de reproducción asistida como para quienes están buscando un embarazo de forma espontánea".

Cabe destacar que este establecimiento publicó una guía de apoyo emocional de forma gratuita en su web, para que cualquier persona pueda encontrar todas las respuestas a sus dudas, ya que es importante tener en cuenta que los sentimientos a la hora de iniciar un tratamiento son claves para poder encararlo de la mejor manera y esperar que se logre el "milagro de la vida".

Ahora bien, se habla de que en la temporada del verano (o un poco antes) pueden lograrse mejores resultados, y esta incertidumbre se dilucida debido a que hay más tiempo para el ocio y el descanso, baja el nivel de estrés del cuerpo, y el relajamiento de horarios que producen las vacaciones es un buen aliado para intentar "agrandar la familia".

Aunque este concepto puede ser levemente alterado si se trata de una búsqueda de embarazo por medio de un tratamiento de reproducción asistida: "No sería conveniente utilizar las vacaciones para dedicarse al ciento por ciento a un tratamiento de reproducción asistida, sino más bien hacerlo antes, y viajar o despejarse después de la transferencia embrionaria", agregó Villamil, con lo cual es bueno meditar cuándo hacerlo y, según el método, si de manera "tradicional" o través de un tratamiento específico.

Transferencia embrionaria

Cabe destacar que la transferencia embrionaria es el momento en que el embrión fecundado in vitro se introduce en el útero, y los días siguientes a esta intervención son decisivos en la confirmación del embarazo, que depende de que los embriones se implanten correctamente en el útero.

Si bien las condiciones para lograr un embarazo exitoso dependen de la preparación del endometrio, la calidad embrionaria (que suele depender de la edad materna) y el potencial evolutivo del embrión, según los especialistas, también influye el momento en que se realiza la transferencia.

Elección mayoritaria

Para tocar este punto, la especialista en reproducción asistida del mismo organismo, Doris Raso, informó: "Hay una tendencia entre las pacientes a elegir el verano para comenzar los tratamientos, porque en muchas profesiones y empleos el caudal de trabajo es menor y el cuerpo se relaja y predispone mejor al embarazo. Es importante que la persona pueda seguir disfrutando de otros aspectos de la vida, es decir, que el tratamiento no se vuelva el eje de la vida cotidiana".

Otro aspecto importante en la búsqueda de una paternidad o maternidad, es que generalmente aquellas personas que tienen un calma emocional a la hora de encarar un tratamiento suelen lograr el objetivo de forma más rápida que aquellos que lo hacen nerviosos, tensos o ansiosos.

Carga emocional, importante factor

Según Villamil, "cada ciclo trae consigo una carga emocional de ilusión, alegría y esperanza, pero también es posible que no se logre el objetivo buscado en el corto plazo; hay que ser paciente y comprender los tiempos de cada cuerpo".

Si el tratamiento se lleva adelante por parte de una pareja y no en solitario, es fundamental que entre ambos haya diálogo, comprensión y entendimiento, ya que atravesar este proceso a veces puede traer momentos complicados, y debe existir un apoyo entre las partes.

"Cada uno puede lidiar con el tema de forma distinta y, por lo tanto, es posible que uno experimente resentimiento porque el otro no aparenta atravesar las mismas sensaciones", relató la psicóloga.

Recomendaciones a tener en cuenta

Por otra parte y mientras el coronavirus siga en nuestro planeta, los profesionales de todo el mundo han dejado diversos consejos a tener en cuenta para evitar complicaciones para aquellas mujeres que buscan un embarazo o ya lo están cursando: 1) Las embarazadas no deben tomar más precauciones que el resto de la población para evitar el contagio del Covid-19. Deben seguir las recomendaciones generales, como llevar barbijo y seguir a rajatabla la higiene de manos, si es necesario empleando guantes. 2) Ni las gestantes ni las mujeres en tratamiento deben viajar en la actual situación a países donde la situación sea complicada. 3) No sobreinformarse con respecto a la pandemia. 4) Vivir el verano sin angustia, con sentido común, con responsabilidad y asertividad en relación con el coronavirus. Esto es, respetar las normas y pedir, con educación, pero con firmeza, a las personas de nuestro entorno que las respeten. 5) Es importante lavar con los productos recomendados las frutas y verduras y evitar los alimentos crudos no congelados previamente. Estas medidas se deben extremar si se come fuera de casa.

Vitamina D: El sol es un gran aliado

Mucho se habla sobre las proteínas y minerales que tiene que haber en el cuerpo de una mujer para poder lograr un embarazo positivo, y uno de ellos es conocido por todos: la Vitamina D.

La misma, conocida como la vitamina proporcionada por la luz solar, es uno de los elementos que deben estar equilibrados en el cuerpo al momento de buscar un embarazo.

Sin embargo, los profesionales explican que no se trata de exponerse al sol más tiempo de lo
habitual, sino que, en verano, naturalmente hay una mayor absorción de este elemento.

“La vitamina D ayuda a aumentar las probabilidades de embarazo, su presencia en cantidades esperables optimiza la secreción y la acción de insulina, mejora la ovulación y predispone a la implantación embrionaria”, aclaró la doctora Raso, quien además agregó que “en los hombres, tanto concentraciones muy altas como muy bajas de vitamina D afectan el espermograma. Se ha demostrado que en ambas situaciones disminuye la cantidad y la movilidad de los espermatozoides. Sólo la restitución a concentraciones normales de vitamina D mejora el espermograma”.

Mente y cuerpo en armonía

Mucho se habla de las ganas, vacaciones o composición orgánica de una mujer para lograr un embarazo, pero también hay otros ítems que puede dar un ayuda como la alimentación y actividades.

En este punto es bueno señalar que el yoga, meditación o actividad relajante son de ayuda. Actividades como escuchar música, leer o dibujar contribuyen si se encuentran entre hobbies personales.

Para los profesionales, el “mindfulness” es una herramienta completa que, al ayudar a enfocar la atención en el momento presente, evita pensar en otras cuestiones, aunque se aconseja buscar algún curso de iniciación.

En relación a la alimentación, se trata de eliminar lo tóxico de la dieta, lo graso o que contenga azúcar refinado. El objetivo es descartar el aumento de peso y combatir la obesidad, causas de infertilidad y esterilidad. Se recomiendan frutas y verduras, ricas en antioxidantes, entre los que destacan el resveratrol y la vitamina C, también los productos con vitaminas D y E, por ejemplo, frutos secos y pescado azul sin abusar. Fundamental, el ácido fólico que, si no se ingiere a través de los alimentos deberá obtenerse mediante suplementos.

POR G.A.