Mientras se sigue atravesando la estadía del coronavirus en todo el planeta y aún se desconoce hasta cuándo se quedará esta pandemia entre nosotros, algunos científicos ya piensan en el día después y muestran cierta preocupación por las secuelas cognitivas que pueda dejar esta enfermedad. Una de ellas se denomina "Niebla mental" que comprende varios campos dentro del cerebro.

Se sabe que durante el período que se lleva de pandemia, este virus no sólo trajo problemas a nivel físico, económico o social sino que también trajo consigo ansiedad, depresión, nervios y desesperación en muchos casos, pero más allá de este impacto psicológico, algunos estudios que se vienen realizando en varios países indican que un número de personas que padeció coronavirus, presentó algún tipo de síntoma cognitivo posterior, que impactaron a la memoria, el lenguaje, la atención y otras funciones que permiten organizar y planificar la vida de un ser humano.

La "niebla mental"

Esta confirmación de los estudios llevó a los especialistas en la materia a explicar que estos síntomas podrían estar asociados a una nueva secuela como consecuencia de haber contraído Covid-19, llamada "Niebla Mental" o "Brain Fog". Por un lado, esta secuela se suele presentar con algunos síntomas que van desde dificultades para concentrarse, para comprender y encontrar palabras de uso cotidiano, pérdida de memoria, desorientación y confusión. Lo crucial de la "niebla mental", es que afecta todas las áreas de desarrollo de la persona, lo cual se torna como limitante al momento de estudiar, trabajar y continuar viviendo con "normalidad" luego de la recuperación por coronavirus.

Estudio en Europa

Cabe destacar, que las explicaciones científicas demuestran que ya existe evidencia sobre el impacto del Covid-19 en ciertas funciones cerebrales de aquellas personas recuperadas. Tal es así, que una de las investigaciones que están realizándose en el Imperial College de London, Inglaterra, con más de 84.000 participantes, se detectó que existe afección de múltiples dominios cognitivos, tales como atención selectiva, el procesamiento emocional, memoria de trabajo, y funciones ejecutivas, principalmente.

Asimismo, otros investigadores franceses estudiaron a 140 pacientes que tuvieron Covid-19 moderado y grave, llegando a la conclusión de que de ese total, el 84,3% desarrollaron delirio, trastornos agudos de conciencia, cognición y atención, y el 69,3% un estado de agitación.

Preguntas con respuesta

Ahora bien, conocida la existencia de esta "niebla mental" de la que aún no hay una explicación clara aparecen preguntas en el horizonte, como ¿Qué se puede hacer para proteger el cerebro frente a esto? o ¿Qué recomendaciones existen para recuperar la funcionalidad cognitiva? En primer lugar, resulta primordial evaluar el cuadro de forma integral junto con un profesional para poder identificar estas dificultades. Es importante poder sacar a la luz aquellos puntos más débiles ya que con acompañamiento profesional es posible rehabilitarlos, compensarlos, restituirlos, o mismo optimizarlos.

Palabra de profesional

Para evacuar estas dudas, el neuro psicólogo Sebastián Spiguel (de INECO) relató que "estas fallas pueden impactar tanto en lo personal como en las relaciones familiares, con amigos, en el contexto laboral, en los círculos sociales y en nuestra relación con los demás. Respecto a ello, es importante poder ser conscientes de analizarlas y medirlas por medio de una evaluación cognitiva completa, lo cual va a permitir detectar objetivamente estas dificultades y con ello disminuir ansiedades, reducir dudas sobre el impacto en la vida diaria que traen consigo y facilitar el trabajo de adaptarse a esa situación".

Lo cierto, es que una vez definido el cuadro de situación, y en el caso de que se considere pertinente, se puede comenzar un proceso interdisciplinario de rehabilitación, incluyendo actividades que pueden ayudar a reducir el impacto de los síntomas cognitivos.

Los trabajos de los especialistas indican que la rehabilitación cognitiva implica el trabajo conjunto de profesionales, el paciente y su grupo familiar para compensar las dificultades observadas, y optimizar la funcionalidad de quien las sufre y que el tratamiento debe darse en el contexto de una coordinación médica que tenga en cuenta otros factores de importancia como la realización de ejercicio físico, una alimentación variada y saludable, dormir correctamente, realizar actividades gratificantes y mantener el contacto social.

Dado que el contexto se ha vuelto tan volátil, es sustancial no normalizar lo que genera malestar ni dejar al azar una posible mejoría, ya que efectivamente hay herramientas eficaces para poder evaluar y mejorar dichos síntomas.

Sumado a ello, los profesionales resaltan que la rehabilitación cognitiva es un método que tiene eficacia probada en la recuperación de dificultades cognitivas en múltiples patologías neurológicas y psiquiátricas. Como sociedad, estamos atravesando un momento de importantes cambios a nivel mundial, por lo que aceptar la existencia de dificultades y pedir ayuda debe ser el primer paso para lograr una mayor resiliencia.

Otros datos

Por otra parte, otro estudio efetuado por psicólogos de la Universidad de Oxford Brookes y que evaluó los posibles efectos que dejaba el coronavirus en el cerebro y grado de problemas de salud a corto y largo plazo en distintos pacientes, indicó que entre el 17 y 42 por ciento podía experimentar algunos trastornos afectivos, como depresión. En cuanto a los problemas cognitivos, la falta de atención se presentó en el 45 por ciento de los casos y el deterioro de la memoria, entre un 12 y 28 por ciento. Sobre los problemas a largo plazo, el 44 por ciento de los pacientes continuó presentando problemas de atención y entre el 28 y 50 por ciento deterioro en la memoria.

Con estos números puestos sobre la mesa, los científicos creen que una de cada cinco personas que ha tenido Covid-19 experimentan este tipo de problemas, con lo cual será importante que tanto neurólogos como psicólogos estén atentos a qué pasará con muchas personas "cuando todo esto se termine".

Estudio de afecciones

Un punto a tener en cuenta es que la afectación de las funciones cognitivas no se limita a personas afectadas por coronavirus que sufrieron síntomas graves, sino que aparecen en pacientes que padecieron síntomas leves de la misma. Resultados de un estudio indican que hay diferencias en las secuelas neuropsicológicas en función de síntomas padecidos y tipo de ingreso hospitalario.

Por ejemplo, a las que se les aplicó una ventilación mecánica vieron deterioradas sus capacidades cognitivas de forma generalizada, siendo la afectación comparable a un deterioro cognitivo de 10 años. En tanto, aquellos que no recibieron dicha ventilación mostraron un deterioro equivalente a 5 años, dato que causó sorpresa en los especialistas.

Efectos neurológicos

Hace varios meses, la pérdida del olfato (denominada anosmia) fue uno de los síntomas que levantó la sospecha de que el Covid-19 puede afectar el sistema nervioso central y periférico, de hecho, los primeros datos que se publicaron en abril de 2020 desde la ciudad china de Wuhan (epicentro del virus) lo señalaban como un síntoma típico de la infección, más allá de las crisis respiratorias.

Además, el mismo estudio indicó que tras el sondeo realizado a varios pacientes, el 25% tenía otras afectaciones del sistema nervioso central, y a partir de este estudio, se publicaron varios artículos que nos dan una idea de la epidemiología de las afectaciones neurológicas y de los posibles mecanismos de acción del terrible virus.

Algo concreto con el coronavirus, es que las afecciones neurológicas secundarias a la enfermedad reportadas hasta ahora son variables; ya que en algunos estudios son del 6%, pero en otros llegan hasta el 57% de los casos evaluados por los especialistas. Cabe destacar, que las más frecuentes son ictus isquémico, trombosis y hemorragia cerebral; las menos frecuentes incluyen cuadros de encefalitis, epilepsia y meningoencefalitis, entre otras.

Lo que no está claro todavía, por lo menos por parte de los estudiosos del tema, es si el Covid-19 tiene una acción directa sobre el sistema nervioso central o si las afectaciones neurológicas son las consecuencia de otros procesos patológicos, tema que sigue en investigación por parte de los científicos mundiales que promete tener una respuesta a mediano plazo.

POR G.A.