La alimentación en los primeros años de los niños es importante de cara a un crecimiento sano y sin problemas, sin embargo, existe un inconveniente frecuente en el principio de la vida en un infante: se trata de la llamada constipación, que es un trastorno digestivo que suele ser consulta común de pediatras y gastroenterólogos.

En estos tiempos de pandemia por el coronavirus y cambios de horarios y rutinas, los hábitos nutricionales también sufren de esto, ya que los especialistas indican que los cuadros de constipación suelen aparecer en los cambios de alimentación, abandono del pañal y el comienzo de la escolarización.

¿De qué se trata la constipación?

Lo cierto, es que este tipo de trastorno también se origina por la falta de fibra en la dieta alimentaria, que es un nutriente básico que se encuentra en las frutas y verduras, y que es baja su ingesta en diversas etapas de la vida, ya que algunos datos indican que sólo el 3% de los niños cubren con los requerimientos de este alimento.

Datos aportados por la consultora IPSOS, indican que el 77% de los pediatras atendieron casos de constipación y el 90% de los gastroenterólogos, y un punto a tener en cuenta, es que si este trastorno digestivo se extiende en el tiempo, puede impactar en la parte emocional de un niño, su estado de ánimo y capacidad de socializarse con lo cual no es un tema menor.

Las emociones y la constipación

A estos puntos negativos se les agrega la posibilidad de que los niños se puedan sentir avergonzados o culpables, en especial si enfrentan situaciones de incontinencia, con lo cual los especialistas recomiendan charlas con los pequeños, en la medida que su edad y neurodesarrollo lo permitan, ya que un diálogo con la criatura suele evitar frustraciones tempranas y permite tratar el tema de forma más simple.

Anteriormente, se habló sobre la importancia de la fibra en la alimentación de un menor, y con relación a esto, la licenciada en nutrición, Jacqueline Schuldberg (M.N. 1170 y coordinadora de la Asociación Argentina de Dietistas y nutricionistas Dietistas (AADYND), relató que "todas la frutas tienen fibra y también son muchas las verduras ricas en este nutriente (lechuga, berenjena, acelga, apio, espinaca, repollo, brócoli, coliflor, espárragos, tomate, pimientos, alcaucil, zapallitos, rúcula o pepino, entre otras). Cuanto más crudas se consuman, mejor será el aporte de fibra".

Constipación: según la edad, cantidad recomendada

Cabe destacar, que los profesionales de la salud indicaron que la ingesta diaria de fibra debe ser acorde a la edad y necesidad de cada niño, ya que a partir de los 2 años, se recomiendan hasta 5 g/día, y la barrera más común contra la ingesta adecuada de fibra, entre otros nutrientes, según la especialista "es la selectividad alimentaria del niño (algunos sólo comen fideos, papa y arroz). Ayuda a variar las recetas e involucrarlos en la compra y preparación de las comidas, lo que los acercará a su aceptación. Las verduras pueden ofrecerse en tartas, tortillas, buñuelos y las frutas, incorporarse en trocitos y combinadas entre sí, para aportar color al plato".

El valor de la leche

En estos últimos años, la ciencia ayudó mucho a la medicina a crear alimentos más nutritivos para ayudar a un mejor crecimiento de una criatura, y uno de ellos tiene que ver con la potenciación en la fabricación de la leche. Sobre este tema, Schuldberg sostuvo que “una leche fortificada con fibra y prebióticos es un gran aporte para esta problemática. Además, la leche es un alimento generalmente bien aceptado, con alta densidad de nutrientes, lo que significa que, en un solo alimento, aporta múltiples nutrientes como hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales”.