La ministra de Salud, Carla Vizzotti, defendió la compra de penes de madera, dispensers de preservativos y otros objetos para educación sexual por 13 millones de pesos. La medida fue criticada por varios sectores de la oposición, que consideraron la operación como superflua e innecesaria.

Vizzotti justificó la adquisición precisamente por la polémica que se generó a su alrededor. "El debate generado no hace más que visibilizar y confirmar cuánto necesitamos Educación Sexual Integral (ESI) en nuestra sociedad", afirmó la ministra. "Enseñar a usar preservativos es una forma de educar en el cuidado individual y colectivo", agregó.

La secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Tirado, fundamentó la necesidad de adquirir esos materiales en  "concientizar y evitar la propagación de enfermedades de transmisión sexual tales como el VIH y otras infecciones de transmisión sexual en el marco de la Ley N° 23.798″.
Según los pliegos de licitación, los penes de madera serán “destinados a la población general y a profesionales de la salud, a distribuirse en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), Regiones Sanitarias, Programas Provinciales, Municipales y otros establecimientos de todo el país".